El Coliseo fue el mayor anfiteatro de la Roma Clásica. El mismo fue construido durante el siglo I d.C. por orden de la dinastía Flavia. Siendo una de las más grandes obras arquitectónicas de la historia, el Coliseo era el sitio en el que se llevaban a cabo cientos de espectáculos anuales, entre ellos los populares enfrentamientos entre gladiadores y animales salvajes.
Tras la caída del Imperio Romano, el Coliseo quedó en desuso como anfiteatro y su estructura se utilizó tanto como fortificación como para extraer sus piedras para canteras. Fue a partir del siglo XIX que se invirtió en su nueva puesta en valor. Desde el año 1980, es considerado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Historia
Durante el período de la antigüedad clásica, los gobernantes otorgaron gran preponderancia a los espectáculos como un modo de entretener a la población. De esta forma, los anfiteatros y teatros eran abundantes. Sin embargo, el Coliseo trascendió a todos ellos al constituirse como el mayor anfiteatro romano, tanto en tamaño estructural como en capacidad de espectadores.
El Coliseo comenzó a ser construido entre los años 70 y 72 d.C. por orden del emperador Vespasiano, fundador de la dinastía Flavia, en un contexto de pacificación de guerras civiles. Esto fue así debido a que, tras la finalización de la tiranía de Nerón con su muerte en el año 68, se sucedieron cuatro emperadores en un año como consecuencia de los constantes enfrentamientos por el poder. Al acceder al trono en el año 69, Vespasiano se esforzó por controlar la situación conflictiva, lo cual logró rápidamente. Así, entre las medidas tomadas con fines propagandísticos de su gobierno, comenzó a construir el Coliseo en las tierras que antiguamente eran el hogar del emperador Nerón como un modo de devolver esos territorios al pueblo.
La gran obra arquitectónica terminó de construirse en el año 80 bajo el mandato del hijo de Vespasiano, Tito. En su inauguración se le dio el nombre de “Anfiteatro Flavio”, en honor a la dinastía que lo había construido. Sin embargo, popularmente se lo llamó Coliseo debido a que al lado del anfiteatro se erigía una enorme estatua de Nerón, conocido como “el Coloso”.
Si bien en este gigantesco anfiteatro se llevaron a cabo miles de festejos y espectáculos, tras la caída del imperio romano en el año 476, el Coliseo fue quedando en desuso hasta que finalmente se abandonó en el siglo VI. De hecho, su estructura quedó escondida debajo de la arena hasta el siglo XIX en que se decidió excavar sobre el terreno para recuperar la edificación. Hoy en día constituye uno de los mayores atractivos turísticos e históricos del mundo.
Características
El Coliseo se diseñó para recibir a más de 50.000 personas. Por tal motivo, se configuró como una obra arquitectónica de grandes dimensiones que en su origen medía 48,5 metros de alto, tenía un perímetro de 524 metros y un área de 24.000 metros cuadrados.
El acceso al mismo era de carácter público y gratuito, es decir que todas las personas que habitaban en Roma podían acudir y no debían pagar por ello. Sin embargo, los espectadores eran ubicados en orden según su estatus social. Así, mientras que en las inmediaciones de la arena se sentaban los emperadores, magistrados y sacerdotes, el último piso estaba destinado para aquellas personas que no eran consideradas ciudadanos, es decir, esclavos, mujeres y extranjeros.
Una característica fundamental del Coliseo es que en él se llevaban a cabo distintos tipos de espectáculos, se estima que alrededor de cien al año. Así, se podía asistir a la lucha a muerte entre gladiadores, entre animales salvajes, o entre gladiadores y animales. Sumado a ello, también había representaciones teatrales, competencias deportivas y caza de animales. Para adornar el espectáculo, gran cantidad de técnicos y pintores trabajaban en las escenografías que normalmente representaban paisajes naturales.
Respecto de su arquitectura, es preciso señalar que el Coliseo es considerado una de las más grandes obras de la historia. Construido principalmente con ladrillo y travertino, se compuso por cinco niveles que partían desde una planta oval. El mismo poseía gran cantidad de arcos de medio punto (típico arco romano que se apoya sobre dos columnas) los cuales tenían como fin facilitar la circulación dinámica de las personas. Asimismo, debajo de la arena se ubicaba un sótano desde el cual se elevaban en ascensor a las fieras y a los gladiadores. Sin embargo, la innovación fundamental del Coliseo fueron las gradas ya que, a diferencia de lo que se hacía hasta el momento que se construían los asientos aprovechando los desniveles del terreno, en este caso se construyeron sobre vueltas superpuestas apoyadas sobre pilares.
Autora
Escrito por Mercedes Roch para la Edición #122 de Enciclopedia Asigna, en 03/2023. Mercedes es Profesora y Licenciada en Historia, egresada de la Universidad de Buenos Aires, Argentina. Maestranda en Estudios Culturales Latinoamericanos. Autora de Primeras (Editorial Malisia).Imagen: Fotolia. Amili