La idea de clima como conjunto de fenómenos atmosféricos se adapta bien a otras situaciones y contextos. Sobre todo, a aquellas en las que hay elementos cambiantes y son muy dinámicos. Por este motivo, se ha acuñado un término para expresar el ambiente existente en el ámbito del trabajo, el clima laboral.
Este concepto designa el conjunto de relaciones entre los individuos en el ámbito del trabajo, así como el modelo normativo y organizativo por el cual se regulan las relaciones laborales en una empresa.
La mayoría de empresas son conscientes de la necesidad de crear una atmósfera de trabajo gratificante y positiva. No se trata simplemente de una cuestión de valores o principios, sino que un clima laboral satisfactorio aporta a un entidad todo tipo de beneficios. Si los empleados están satisfechos porque la empresa ha generado un ambiente estimulante, éstos serán más productivos y, en general, tendrán una actitud proactiva con respecto a sus obligaciones. Si el clima laboral es negativo, esta circunstancia se reflejará directa o indirectamente en la viabilidad de la empresa.
Cómo se crea un buen clima laboral
En primer lugar, no hay una fórmula mágica para que exista un clima idóneo en el trabajo. Sin embargo, sí hay algunas recomendaciones que pueden ser útiles.
Las condiciones de trabajo son el elemento fundamental. En este sentido, es importante que el salario, el horario, los turnos y todos los aspectos organizativos tengan coherencia con la idea de generar un buen clima (un trabajador mal pagado y con un horario inadecuado para sus intereses, difícilmente podrá considerar que se encuentra en una entidad con una atmósfera de trabajo positiva). La estabilidad en el empleo es uno de los aspectos cruciales para conformar un clima laboral gratificante.
La idea de justicia y coherencia es igualmente clave. Es deseable que existan mecanismos para gratificar el trabajo bien hecho y premiar a quien realmente se lo merece. En esta línea, la relación de poder entre los responsables de un empresa y los empleados es esencial, por lo que es muy conveniente que el subordinado tenga la opción de participar de alguna manera en la toma de decisiones y no ser simplemente alguien que recibe órdenes.
Los criterios de salud laboral y de seguridad aportan también un beneficio al clima global. Si una empresa cuida el bienestar físico de sus trabajadores, está evitando las bajas laborales, pero al mismo tiempo consigue que el empleado se sienta bien porque la entidad para la que trabaja se ocupa de su salud.
El material que se emplea y las infraestructuras influyen en la comodidad en la ejecución del trabajo y, en consecuencia, son un medio útil para obtener un ambiente agradable.
En conclusión, el clima laboral será gratificante si se combinan adecuadamente aspectos técnicos y organizativos, condiciones salariales, medidas de bienestar y, todo ello, acompañado de un trato humano respetuoso y justo.