El término cliente puede utilizarse desde dos perspectivas básicas. En una de ellas se hará referencia a una persona u organización a la que se le prestan servicios o se le venden determinados bienes; en este contexto, el cliente puede definirse como el agente para el cual una unidad económica desarrolla sus actividades. En cuanto a la otra perspectiva, se hace referencia con la misma a un concepto propio de la tecnología en la que se alude a un programa que es por sí mismo inútil, necesita de otro para poder funcionar, para poder llevar a cabo sus funciones; este otro programa puede estar ubicado en otra máquina.
Desde el punto de vista económico, un cliente es una persona, real o jurídica, que está dispuesta a hacer una erogación de dinero por la obtención de un bien o un servicio. Empresas o individuos buscará satisfacerlos con la finalidad de que esa transacción se repita en el tiempo, generando ingresos estimables a futuro. Es imposible obtener clientes si antes no se descubre una necesidad que se encuentra insatisfecha en el mercado, necesidad que se busca satisfacer de una manera u otra. Cada cliente tendrá por lo tanto algunas características que compartirá con los demás que consumen dicho producto. La estrategia básica de mercadeo que suele desarrollarse para conseguir ventas es conocer al perfil del cliente de la empresa, conocerlo de un modo profundo para estimar cada vez mejor sus necesidades, desarrollando luego los productos o servicios que necesita.
Desde la perspectiva tecnológica, como ya se ha esbozado, un cliente refiere a un programa inútil por sí mismo, un cliente que requiere de otro que se denomina servidor. La razón para estas nomenclaturas se origina en la ya explicitada perspectiva económica, en donde un cliente recibe servicios de alguien. En el caso de la informática, un cliente recibe datos o información del servidor, información que organizará de alguna forma. Un ejemplo de un cliente puede ofrecerlo el navegador web que utilizamos para ver páginas en internet. El mismo es inútil sin las páginas que le sirve el servidor web alojado en una máquina remota.
Para finalizar, cabe señalar que en cualquier caso, el concepto de cliente se funda en la necesidad de algo o alguien, necesidad que debe ser satisfecha. Un cliente, desde el punto de vista conceptual que puede aplicarse tanto a la economía como a la tecnología, hace un requerimiento de algo.