Civitas es el término latino que da nombre al concepto de ciudad. Civitas originariamente significaba estado y al mismo tiempo es el término a partir del cual se forma la palabra y la idea de civilización. Cuando el ser humano abandonó el sedentarismo y se asentó en núcleos urbanos se empezó a hablar de la civilización como concepto que engloba una manera de vivir y las señas de identidad de una comunidad.
En la mayoría de idiomas la palabra ciudad tiene una grafía muy parecida (città en italiano, city en inglés, ciutat en catalán o cité en francés).
Una ciudad es una extensión de terreno urbano, siendo lo urbano aquello que se contrapone a rural. A la hora de clasificar cualquier núcleo de población se establece la distinción tradicional entre el mundo urbano y el rural. Desde la Revolución Industrial la población mundial que vive en las ciudades no ha dejado de incrementarse.
Cada país establece el número de habitantes a partir del cual un núcleo de población es considerado como una urbe. Una de las principales características es su elevada densidad de población, es decir, el número de habitantes por kilómetro cuadrado.
Generalmente las ciudades poseen una diversidad de servicios públicos considerables. Así mismo, sus infraestructuras van evolucionando permanentemente para adaptarse a las necesidades de la población.
Tradicionalmente la ciudad dispone de varias zonas: un centro de tipo administrativo, lugares de recreo y ocio, polígonos industriales en los límites urbanos, zonas comerciales, etc. Para planificar y ordenar su complejidad, en la arquitectura hay una disciplina especializada en las ciudades, el urbanismo.
Desde principios del siglo XX algunas urbes han tenido un crecimiento espectacular (en inglés se denominan huge city, ciudad enorme). Su extensión es tan grande que existen dos áreas: la ciudad propiamente y el área metropolitana que la rodea. Algunas macro ciudades del planeta ya superan los 20 millones de habitantes (Sao Paolo, Tokio, o México D. F). Alrededor de algunas ciudades han surgido núcleos urbanos, las llamadas ciudades dormitorio. Se aprecia, por lo tanto, que el concepto de ciudad es extremadamente dinámico y cambiante.
Como lugar en el que hay una tasa de población significativa y con una gran diversidad de zonas e infraestructuras, la ciudad ofrece toda una serie de ventajas e inconvenientes. Entre los aspectos positivos destaca la diversidad humana y las múltiples opciones para sus habitantes en todos los ámbitos (ocio, cultura, trabajo…). Los aspectos negativos son muy diversos: las aglomeraciones, los problemas circulatorios y de aparcamiento, el éstres de los habitantes o la contaminación atmosférica.