La palabra categoría admite diversas acepciones. En primer lugar es posible hablar de categoría como cada una de las clases en que se dividen las ideas o conceptos. Además, el término categoría también puede servir para hacer divisiones en grupos según ciertas características comunes de los elementos que las componen.
La Categoría, por tanto, es un elemento utilizado, principalmente, para clasificar, facilitando el ordenamiento en grupos que tienen cualidades homogéneas. Dentro de las diferentes categorías que se establezcan en una materia, pueden existir algunas que estén incluidas en otras mediante un sistema jerárquico, conociéndose en este caso como subcategorías.
Por otra parte, en el ámbito de la filosofía, las categorías son, siguiendo el razonamiento de Kant, cada uno de los conceptos fundamentales en los que se divide el conocimiento puro
Teoría de las categorías
Siguiendo esta última acepción, es posible profundizar en el uso del término categoría en el mundo de la filosofía gracias a la teoría de las categorías. Esta teoría tiene su mayor punto de interés en el hecho de que permite plantear el problema del conocimiento desde una perspectiva diferente.
Mientras que para el pensamiento metafísico, personificado en las ideas de Aristóteles, las categorías son representaciones de las cualidades objetivas que conforman el Ser (o sea, las propiedades generales de los objetos), la teoría de las categorías planteada por Kant señala que las categorías son formas apriorísticas de la conciencia, puras determinaciones del pensamiento. La primera concepción de las categorías es por tanto realista y objetiva, siendo la segunda apriorista e idealista.
A lo largo de la historia de la filosofía se han intentado clasificar las categorías en multitud de ocasiones
Aristóteles, llegaba a distinguir diez categorías diferentes al definir el ser. Estas categorías eran: sustancia, cantidad, cualidad, relación, lugar, tiempo, posición, estado, acción y pasión.
Con respecto a la sustancia (el ser humano), Descartes llegaría a definirla como aquello que no necesita de ninguna otra cosa para ser y cuya única aplicación es el absoluto.
Posteriormente, Kant cambiaría completamente esta forma de ver la conciencia al plantear que existen tantas categorías como juicios puedan hacerse, ya sea en relación a la cantidad, la cualidad, la modalidad o la relación entre las ideas representadas.
Esta manera de plantear el conocimiento tuvo gran repercusión entre los filósofos posteriores a Kant, llegando sus ecos incluso al pensamiento neo kantista actual, y teniendo su mejor reflejo en los escritos de Cohen, en los que plantea que las categorías son resultado del pensamiento puro.