Calentamiento es el proceso a través del cual algo que se encuentra frío se convierte en caliente. Para que este proceso se realice tiene que haber un incremento de la temperatura.
La temperatura y el tiempo son los elementos que intervienen en cualquier circunstancia en la que se produzca el calentamiento de algo. El proceso inverso es el enfriamiento e implica igualmente una disminución gradual de la temperatura a lo largo de un periodo de tiempo.
El concepto de calentamiento indica normalmente una medida determinada, lo cual se establece a través de un termómetro. Cualquier objeto o sustancia puede someterse a un proceso de calentamiento con algún fin: para proporcionar energía, hirviendo agua para eliminar las bacterias en los alimentos o para transformar utensilios (el vidrio o el hierro, por ejemplo). El ser humano ha elaborado estrategias de calentamiento desde los tiempos más remotos (por ejemplo, para obtener fuego).
Desde el campo de la ecología y el medioambiente
La idea de calentamiento también se utiliza para describir el proceso de deshielo y deterioro de la capa de ozono que afecta al planeta debido a los gases de efecto invernadero. Algunos de estos gases son producto de mecanismos de la propia naturaleza, pero otros se producen por la acción de algunas industrias. Este fenómeno está generando un calentamiento global de la Tierra.
Otra variante del calentamiento es la que expresa el acondicionamiento físico que se realiza en el momento de iniciarse una actividad deportiva. El calentamiento deportivo es importante para preparar el cuerpo antes de un ejercicio físico intenso. Al mismo tiempo, los ejercicios de calentamiento sirven para evitar posibles lesiones. Algo muy parecido ocurre con algunas máquinas, que son calentadas para que rindan en óptimas condiciones.
La idea de calentamiento comunica la transformación de algo. Es un cambio de tipo cualitativo, ya que el estado de la materia se altera en un sentido pero manteniendo una composición semejante.
Hay algunos fenómenos naturales que consisten, precisamente, en un calentamiento: la erupción volcánica o la fiebre corporal de nuestro organismo. En el caso de fiebre, vale la pena recordar que todos los organismos vivos se mantienen en condiciones estables debido a la homeostasis (la capacidad de autorregulación interna), por lo que la fiebre indica un desajuste del sistema homeostático.