Los bronquios son los conductos que resultan de la bifurcación de la tráquea. Cada conducto o bronquio está conectado con un pulmón, el izquierdo y el derecho.
Los bronquios poseen anillos cartilaginosos completos y en la zona de los pulmones se van dividiendo de manera ramificada hasta convertirse en conductos muy pequeños, que son los bronquiolos. La función de los bronquiolos es conducir el aire, pero cuando llegan a la estructura final (se dice que es como las ramas de un árbol) se forman los alveolos, los cuales permiten el intercambio gaseoso entre el aire inspirado y la sangre del organismo.
De esta manera, el aire entra por la tráquea y llega hasta los pulmones a través de los bronquios. El bronquio derecho está formado por tres ramificaciones o bronquios lobulares: el superior, el medio y el inferior. El bronquio izquierdo tiene dos lóbulos.
Los bronquios son, por lo tanto, una parte fundamental del aparato respiratorio de nuestro organismo.
Existen algunas dolencias relacionadas con los bronquios. La patología más común es la bronquitis, que es una inflamación del recubrimiento del bronquio que produce una dificultad en la entrada y salida de aire de los pulmones. En algunos casos, la bronquitis puede llegar a ser crónica, para lo cual es habitual la ingesta de fármacos que reduzcan la inflamación, también conocidos como broncodilatadores. La bronquitis crónica es conocida como EPOC ( siglas que significan enfermedad pulmonar obstructiva crónica) y es causada generalmente por el tabaquismo. Si bien la bronquitis es la enfermedad más conocida, hay otras que afectan igualmente a esta estructura anatómica: el asma, la bronconeumonía, la fístula bronquial, etc.
Algunas de las enfermedades respiratorias están directamente relacionadas con la contaminación atmosférica.
Los pulmones y los bronquios son la estructura anatómica que nos permite respirar con normalidad. Una alteración en el proceso respiratorio provoca una disminución de nuestra capacidad física y este tipo de limitaciones deben ser tratadas desde la perspectiva de la neumología (también existe una disciplina todavía más concreta, la broncología).
Hay técnicas e instrumentos de la medicina que tienen una relación directa con los bronquios: la espirometría es una prueba que mide la capacidad pulmonar y la función bronquial y el broncoscopio es un dispositivo que se introduce en la traquea para observar las vías respiratorias.