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El bono catastrófico en México

Terremoto en 2017, MX. Foto de Ernesto.
Arturo Dubey
Lic. en Economía (UNAM)

En toda nación existe un fondo para desastres naturales o eventualidades ambientales que dañan enérgicamente a las poblaciones, que uno reconoce con los reconocidos de tsunami, tornado, nevada o temblor, estos últimos han dañado notoriamente varias naciones en las que regularmente acontecen estos movimientos telúricos, que se deben en gran medida a su ubicación territorial, como en el caso de la zona conocida como cinturón o anillo de fuego, una cadena tectónica de más de 40 mil kilómetros que abarca todos los continentes y envuelve al océano pacífico. La principal causa de muchos terremotos es por su elasticidad, efecto que se forma por la tensión y los hundimientos de recolocación de la placa, motivo por el que ocurren sismos en temporadas específicas, tal como sucede en México durante el mes de septiembre, data que se ha transformado en un martirio para la capital del país, ya que a lo largo de la historia se han vivido fuertes temblores que han destrozado gran parte del territorio, donde, además de afectar la economía y la salud social, han perecido miles de personas.

En estos últimos días la Ciudad de México ha tenido dos sismos justo en las fechas en las que han ocurrido dos de sus más grandes desastres, causando gran conmoción en la sociedad por ser sucesos repetitivos. Ante ello, el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha anunciado una renovación en el seguro de desastres, el cual había sido olvidado en los últimos años, este fondo es un nuevo blindaje para las finanzas públicas en caso de algún siniestro no esperado. Este seguro tendrá una cobertura de hasta 5,000 millones de pesos con vigencia de un año, en este sentido se agregan muchas empresas privadas aportando donaciones en especies y en dinero deducible de impuestos.

El bono catastrófico

Una herramienta financiera que se suma a este seguro en caso de desastres naturales para obtener recursos es el bono catastrófico, este fue creado en el año 2006 y cada año tiene modificaciones en su valor, para este año se anuncia un monto equivalente a 485 millones de dólares, a un plazo de hasta cuatro años, este bono funciona como los CETES y pagares del gobierno, se lanza al mercado para que los inversionistas compren bajo un rendimiento fijo y sin riesgo alguno, los plazos varían dependiendo del monto de inversión.

Este bono solo activa o emite bajo ciertas características, por ejemplo, en el caso de los terremotos solo podrá ser usado si la magnitud es por arriba de 7.8 grados Richter, si el tipo de daño que ha ocasionado es grande (esto a valoración) y bajo una evaluación del lugar donde fue el epicentro, en el caso de los huracanes se considera únicamente el grado 4 en la escala Saffir – Simpson para poner en el mercado el bono, estas determinaciones se establecen a partir de muchos estudios financieros, económicos junto con el apoyo de instituciones públicas, privadas y extranjeras con especialidad en el tema.

Gracias a esta alternativa en financiamiento se han podido superar diferentes fenómenos naturales que han afectado ciertas regiones, uno de las reconocidos fue la inundación en el estado de Tabasco en el 2007 y 2020, además del terremoto del 19 de septiembre en el 2017.

Recursos extraordinarios para el caso de catástrofes

No basta con tan solo el seguro y el bono catastrófico, también ha mencionado el ejecutivo la necesidad de aumentar los recursos para desastres con 17,156 millones de pesos como un proyecto de presupuesto de egresos de la federación para el año 2023, esto lo hace como respuesta a las críticas que has sufrido por la eliminación de Fondo de Desastres Naturales en el año 2021. A pesar de estas tres alternativas que brindan seguridad financiera y de recomposición contra este tipo de eventos, muchos especialistas aun hacen alusión a una gran vulnerabilidad, ya que se desconoce con exactitud qué tipo de efectos podrán tener los acontecimientos.

Todo el ambiente de temor que ocasionan las catástrofes de origen natural, han causado un aumento en la adquisición de seguros en vivienda en el país, de un 5% que existía en el año 2017 antes del terremoto se ha registrado un aumento al consumo del 7% en el 2022; esperando a subir un poco más; habrá que esperar los resultados del bono y el seguro en las próximas temporadas y llegadas de terremotos y huracanes, sin embargo, el debate debe ser enfocado a la inversión en sistemas de prevención e información para estar alerta y evitar las pérdidas humanas, que son las más dolorosas en estos casos.


Autor

Escrito por Arturo Dubey para la Edición #116 de Enciclopedia Asigna, en 09/2022. Dubey es Licenciado en Economía egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)