Se denomina balanza analítica a una balanza caracterizada por su precisión extrema. La misma se utiliza principalmente en laboratorios, lugar en donde se hace necesaria una gran exactitud a la hora de pesar distinto tipo de sustancias. En efecto, estas balanzas tiene una precisión tan extremas que se les hace posible distinguir valores muy inferiores al miligramo. No obstante, para lograr resultados óptimos, las balanzas analíticas requieren de algunas medidas específicas para evitar que el ambiente aféctelas mediciones. En efecto, dada su gran sensibilidad, cualquier circunstancia en el lugar de trabajo que ejerza influencia sobre la balanza podrá afectar los pesajes obtenidos.
Las balanzas existen desde tiempos remotos como consecuencia de las necesidades existentes por los comerciantes a la hora de realizar intercambios. Los primeros ejemplares solían tener dos brazos, uno de los cuales servía para sostener el elemento pesar y el otro para sostener el contrapeso. Este tipo de balanzas y procedimientos se utilizaron por mucho tiempo, llegando incluso a niveles de precisión aceptables. No obstante, ante las necesidades nuevas que la realidad imponía, fueron realizándose avances constantes en este sentido.
En el caso de la denominada balanza analítica, ésta se diseña especialmente para situaciones en donde la precisión es una necesidad ineludible. Este tipo de circunstancia es especialmente cierta en los laboratorios en la medida en que las proporciones que se utilizan para pruebas y compuestos deben utilizarse con extrema exactitud. En otro tipo de ámbitos de trabajo, una balanza común y corriente suele ser suficiente.
No obstante, la exactitud que provee este dispositivo sería inútil si no fuese acompañada de una serie de precauciones por parte del operador. Por ejemplo, se espera que la balanza se encuentre en un lugar libre de corrientes de aire, circunstancia que podría afectar los resultados. También es necesario que el lugar en donde se ubique la balanza esté libre de cualquier tipo de vibración; pensemos que en ocasiones la cercanía de un ferrocarril o la misma calle con su tráfico pueden generar este tipo de ambiente poco propicio para garantizar precisión. La temperatura también debe cuidarse, de igual forma que la humedad; en efecto, la temperatura alta puede hacer que un líquido se evapore en una pequeña proporción, y de igual manera, la humedad puede hacer que se acumule agua en una muestra de modo imperceptible a simple vista, pero lo suficientemente importante como para variar los resultados en un instrumento de tamaña exactitud.