El autoconsumo es un término que hace referencia al consumo por parte de un agente económico de la producción de bienes y servicios que el mismo llevó a cabo. Esto significa que se utiliza para la propia subsistencia y desarrollo aquello que ha podido generarse sin hacer en este caso exista uso de transacciones comerciales. El autoconsumo es por lo tanto un concepto que refiere a la capacidad que se tiene de satisfacer a las propias necesidades; no obstante, se considera relegado en las economías desarrolladas, en las que cada agente destina toda su producción para comercialización y a su vez recibe bienes y servicios de otras entidades cuando los requiere.
Existe en el mercado una cantidad de oferentes que se especializan en determinados bienes y servicios por el hecho de que se encuentran mejor capacitados para un área específica. En nuestras sociedades existe un grado tan alto de especialización que puede existir dedicación a las tareas más inverosímiles, tareas que no obstante tienen demanda del mercado y ofrecen réditos. En el caso del autoconsumo, un oferente de algún tipo de bien o servicio guarda parte de la producción para su uso personal. Esta circunstancia se deja de lado paulatinamente en la mayor parte del mundo desarrollado, pero todavía subsiste en algunos casos específicos.
Un ejemplo de autoconsumo puede ofrecerlo una granja en la que se producen distintos tipos de alimentos. Estos alimentos son consumidos en buena parte, mientras que al resto se lo destina a la comercialización. Como podemos ver, en estos casos el autoconsumo todavía está vigente, aunque cabe preguntarse si el mismo implica eficiencia desde el punto de vista macro. En efecto, es preferible por lo general que los agentes económicos se especialicen en una producción determinada y que la destinen por completo a la comercialización, cambiándola por dinero que luego utilizarán para satisfacer sus necesidades económicas.
El autoconsumo, como puede colegirse, se va debilitando en diversas partes del mundo, pero se mantiene presente en casos en donde existen emprendimientos familiares. En efecto, a medida que el mercado se complejiza, solo es posible encontrar este tipo de situaciones en forma muy acotada, pero ciertamente alguna vez fue una manera de producción muy extendida. En el pasado, en las primeras experiencias de la civilización, por ejemplo, los campesinos destinaban una gran proporción de lo producida a su consumo personal, siendo lo comercializable algo que estaba al mismo nivel de lo consumido; hoy en día, en cambio, la finalidad prioritaria es la comercialización, siendo el autoconsumo una opción minoritaria.