Muchas disciplinas científicas estudian al ser humano desde alguna perspectiva concreta. Así, la medicina se centra en la curación de las enfermedades, la psicología en la conducta, la filosofía en la razón y la pedagogía en el aprendizaje. Sin embargo, la antropología estudia al hombre de una forma integral.
Al igual que la mayoría de ciencias, la antropología tiene distintas áreas específicas. Algunas de ellas son la antropología social, la antropología cultural, la etnografía, la antropología lingüística o la antropología filosófica.
Antropología social
Estudia al ser humano en su contexto social. Para ello se apoya en otras disciplinas científicas auxiliares, como la historia, la psicología o la sociología. El objetivo central de esta rama es el estudio de las relaciones sociales, tales como las relaciones de parentesco, las clases sociales y su estructura o las relaciones de poder.
En el plano cultural
Estudia las diferentes culturas desde perspectivas distintas: las tradiciones, la identidad de los pueblos, los sistemas simbólicos o los mitos populares. Uno de los temas más debatidos en esta área ha sido el relativismo cultural. En este sentido, la tesis central del relativismo cultural sostiene que todas las creencias y costumbres deben ser interpretadas a partir de su propio contexto.
Etnografía
Estudia la diversidad étnica de los seres humanos. El etnógrafo normalmente analiza sobre el terreno las costumbres de cada etnia. Su objetivo es conocer qué piensa y qué siente un grupo étnico. Para ello, puede realizar estudios sobre las diferentes manifestaciones culturales propias de cada raza.
En el terreno de la linguística
Estudia las relaciones entre lengua y cultura. Así mismo, se analizan los usos del lenguaje en cada pueblo. El lenguaje es estudiado no desde una perspectiva semántica o morfológica, sino en su dimensión cultural.
Desde una especialidad filosófica
Esta rama de la antropología estudia dos grandes apartados: el proceso de hominización y el proceso de humanización. El primero se refiere a todas las transformaciones morfológicas que el ser humano ha ido incorporando en su desarrollo evolutivo (el bipedismo, el desarrollo del cráneo o el uso de las manos para fabricar objetos).
Por su parte, el proceso de humanización se refiere a todas aquellas pautas culturales que están en el origen del hombre, como la aparición del lenguaje, los símbolos, los enterramientos o la prohibición del incesto como norma social generalizada.