Se denomina ciencia a un conjunto de conocimientos ordenados de manera sistemática. En tanto conocimiento, una disciplina científica debe definir un objeto de estudio, esto es, un recorte de la realidad o de la experiencia que se desea conocer y sobre el cual se dispondrán las distintas experimentaciones. La madre de todas las ciencias es la filosofía, expresión que en griego significa “amor a la sabiduría” y que comenzó a cultivarse en la lejana Grecia clásica. La filosofía continuó su desarrollo por varios siglos, hasta que con el advenimiento del humanismo, comenzaron a distinguirse distintas ramas del conocimiento que reclamaban autonomía.
En general las ciencias suelen distinguirse entre formales, naturales y sociales. En el caso de las ciencias naturales, estas carecen de contenido, sino que solo se circunscriben a formalizaciones, formas de inferencias lógicas, operaciones matemáticas, etc.; en el caso de las ciencias naturales, estas se ocupan del estudio de la naturaleza, como por ejemplo la física, la biología, la astronomía, etc.; finalmente, en el caso de las ciencias sociales, estas se ocupan de la interacción de las personas entre sí, teniendo como ejemplo la antropología, la economía, el derecho, etc.
En la actualidad, la adquisición y validación de conocimientos para la elaboración y perfeccionamiento de una ciencia se llevan a cabo a partir del método hipotético deductivo. Este implica la elaboración de una explicación tentativa de un fenómeno y a partir de allí dedicarse a la confección de experimentos que validen o refuten la teoría elaborada; en el caso de que la experimentación lleve a conclusiones contrarias a la hipótesis, se dice que está esta se ha refutado mientras que si la conclusión se condice con lo expuesto en la hipótesis, se dice que esta se ha contrastado, pero no puede decirse que se ha verificado. Así, las hipótesis nunca se verifican, pues eso implicaría llegar a partir de una observación particular a hacer una ley general, accionar improcedente.
El saber científico se encuentra de alguna manera en consonancia con el consenso de la llamada comunidad científica. Este se basa en la posibilidad de replicar los experimentos que un grupo en particular puede llevar a cabo. No obstante, toda nueva idea u observación suele debatirse en el círculo científico, circunstancia que habilita nuevas ideas o posturas.
La ciencia se ha desarrollado de modo notable a partir de los siglos precedentes. Cuando este saber sistemático se aplica al plano de la economía, logra en muchas ocasiones una mejora de la productividad y de la calidad de vida.