El concepto anomia pone en estrecha relación la psicología y la sociología. Este concepto hace referencia a aquellas situaciones en las que las reglas sociales han dejado de ser respetadas por la comunidad. El sociólogo Emile Durkheim, fundador de la psicología moderna, reflexiona sobre el valor de la conciencia colectiva en el funcionamiento de un pueblo.
Ausencia de normas adecuadas
La anomia también puede producirse en la sociedad cuando el individualismo conduce al egoísmo de dar valor a los intereses individuales incluso en contra de aquello que dice la ley. En ese caso, la ley se observa como un disvalor de lo personal. En algunos casos, las personas también observan la estructura social basada en la jerarquía como una forma de autoritarismo en la que la ley no tiene más voluntad de poder que la opinión de quien manda.
Desde esta perspectiva surge un falso concepto de libertad que es aquel que viene precedido por la idea de que cada persona tiene derecho a hacer aquello que quiere en todo momento. La ley y la libertad son términos completamente compatibles y positivos puesto que la norma en una sociedad democrática es aquella que regula con un sentido estableciendo normas que son acordes a la naturaleza humana.
En algunas sociedades, la anomia también puede hacer referencia a carencias de las instituciones que no tienen la capacidad de ofrecer los medios adecuados a los ciudadanos para que consigan sus propios objetivos de desarrollo personal.
Desde el punto de vista de Emile Durkheim, las leyes son necesarias para regular de forma armónica una sociedad.
La anomia en la era moderna
Conviene puntualizar que el concepto de anomia se encarca en la sociedad moderna puesto que el autor utiliza este término dentro del análisis del trabajo social. En este cambio de sistema económico y productivo ante el auge del capitalismo, en una sociedad interdependiente en la que cada persona realiza una función, el autor concreta que las normas existentes hasta ese momento han dejado de ser útiles para regular el nuevo orden social.
El reto del nuevo modelo de sociedad es establecer normas con las que se identifiquen los miembros de la sociedad. En este contexto, la anomia muestra el vacío legal que posibilite una regulación efectiva de una sociedad en la que los profesionales tienen un mayor nivel de especialización en el trabajo diario que en la etapa medieval. Pero como ocurre en cualquier cambio social, la evolución es un proceso gradual. Ante esta ausencia de normas adecuadas, los seres humanos experimentan debilidad emocional y tristeza puesto que la norma es una pauta de referencia.
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