Se denomina autoritarismo a una actitud que considera que las personas a cargo deben cumplir con todas las normas impuestas por el mero hecho de que la persona que las establece tiene algún grado de autoridad sobre ellas. El autoritarismo se pone en algún punto al concepto de autoridad, puesta que esta se fundamenta en el hecho de tomar decisiones que guarden relación con el bien común, bien que atañe a las personas subordinadas. Por el contrario, la persona autoritaria carece de empatía y de valoración por las persona a cargo. Es desde esta perspectiva que puede decirse que el autoritarismo se opone al verdadero liderazgo y es una visión deforme de este. En efecto el líder es seguido porque genera bienestar a las personas que lo rodean, mientras que el autoritario solo tiene demandas para con ellos. En la historia de la humanidad son muchos los ejemplos donde un gobierno de índole autoritaria tomó medidas que tuvieron como consecuencias enormes tragedias, no solo para los demás, sino también para el mismo gobierno.
Puede decirse que el autoritarismo siempre ha existido, sobre todo en el pasado, en donde una determinada autoridad civil parecía detentar un poder extremo. Con el paso del tiempo, no obstante, este tipo de formas de organización política fueron evolucionando hasta llegar a las modernas democracias. Es cierto que algunos de los gérmenes de la democracia ya existían en el pasado, en particular en la antigua Grecia, pero fue a partir de las democracias republicanas actuales en donde se ha logrado poner un freno a toda acumulación de poder que pudiese significar un mal uso de esta cualidad. En efecto, en las modernas sociedades el ideal que prima es el hecho de que la autoridad es una forma de servicio hacia los demás, y en caso de que no se respete este criterio debería de ser depuesta en el lapso de tiempo que corresponda, ya sea por la mera elección popular o por la posibilidad de realizar un juicio de índole político.
Existen muchas obras que dan cuenta del autoritarismo como expresión política desviada y de las formas de lidiar con este tipo de circunstancias. Este tipo de problemáticas es especialmente aguda en gobiernos totalitarios que han perdido todo tipo de freno para sus delirios. En este tipo de situación es importante entender que el autoritario necesita de la cooperación de los demás para mantener sus cometidos. En efecto, con una resistencia pasiva es más que suficiente para hacer efecto en estos regímenes.