El adverbio es la parte invariable (que no cambia) de la oración cuya función es modificar a un verbo, a un adjetivo o a otro adverbio, tal como lo afirma el lingüista mexicano Hugo Duarte.
La tarea del adverbio es añadir información sobre la acción del verbo, de un adjetivo o de otro adverbio. Este último punto es muy importante pues el adverbio es la única categoría que se modifica, es decir, que trabaja sobre sí misma. No obstante, la tarea principal del adverbio es modificar a un verbo pues la etimología de su nombre es ad verbum, es decir junto al verbo. El adverbio no tiene significado concreto, solo significa en relación con su contexto: cerca de un verbo, adjetivo u otro adverbio. Veamos los siguientes ejemplos:
El doctor vive allí
Él fue al teatro ayer
En los ejemplos anteriores, los adverbios allí y ayer están indicando una relación de lugar y tiempo respectivamente en relación con el verbo de cada oración y están, por lo tanto, añadiendo información sobre dichas acciones.
Clasificación de los adverbios
Toda lengua o idioma se puede dividir en elementos más pequeños para facilitar su análisis. Dentro de estos elementos se encuentran las categorías gramaticales. Para el español, las categorías gramaticales son los grupos o clasificaciones de las distintas palabras que utilizamos para hablar. Por lo tanto, cada categoría forma parte de la oración. Asimismo, cada categoría posee sus propias características que la diferencian de las demás. Una de estas categorías es el adverbio.
1. Adverbios de modo
Esos adverbios indican el modo o la forma en cómo se realizó la acción del verbo. En esta clasificación entran los adjetivos calificativos a los que se les ha añadido el sufijo -mente: excelente – excelentemente, amable – amablemente, cierto – ciertamente, etc. Si el adjetivo del cual se forma el adverbio lleva tilde ortográfica debe mantenerse en la nueva palabra: fácil – fácilmente, útil – útilmente, etc. Veamos los siguientes ejemplos:
Ella lo hizo bien durante la prueba
Lo convencieron fácilmente
Si al primer ejemplo le añadimos el adverbio “muy” (adverbio de cantidad) se intensificaría el modo en cómo se desempeñó la acción verbal:
Ella lo hizo muy bien durante la prueba
Siempre que el adverbio “muy” acompañe a otros adverbios estará funcionando como intensificador. Este es, además, un ejemplo donde un adverbio (muy) modifica a otro adverbio (bien).
2. Adverbios de lugar
Como su nombre lo indica, señalan el lugar donde se desarrolló la acción del verbo: aquí, allí, ahí, acá, allá, arriba, abajo, adelante, atrás, dentro, afuera, etc.
Mi pelota se quedó afuera
Ahí está tu teléfono celular
3. Adverbios de tiempo
Expresan tiempo en relación con la acción del verbo: ahora, después, antes, ayer, hoy, mañana, pronto, temprano, tarde, anoche, siempre, entonces, etc.
Mis abuelitos nos visitaron ayer
Anoche soñé contigo
Hay que tener cuidado porque, en algunos casos, estos adverbios pueden funcionar como sustantivos si se le usa como el sujeto de la oración:
Hoy es un día lluvioso
Ayer nevó toda la tarde
4. Adverbios de cantidad
Señalan una circunstancia cuantitativa, es decir, de cantidad: mucho, poco, bastante, muy, demasiado, etc.
Comiste mucho durante la fiesta
Ella es muy bonita
5. Adverbios de afirmación, duda y negación
El adverbio de afirmación por excelencia es sí. Los de negación son no, nunca, jamás, tampoco, etc. Los de duda son quizá, tal vez, entre otros.
No quiero que vengas
Sí, tengo hambre
Quizá nos veamos mañana
6. Locuciones adverbiales
Las locuciones son estructuras o conjunto de palabras con forma fija, es decir, que no cambia, que cumplen una función em específico. Las locuciones adverbiales, entonces, tienen la función de un adverbio. Algunos ejemplos son: en alguna parte, tal vez, un poco, cuando quiera, de nuevo, por ahora, después de todo, etc.
Cuando quieras, te acompaño a tu casa
Te sigo amando después de todo
Diferencia entre adverbio, complemento circunstancial y subordinación adverbial
Se debe tener cuidado de no confundir entre estas tres categorías. Es verdad que los complementos cumplen una función adverbial pues indican lugar, tiempo, modo, entre otras de la función del verbo y que la subordinación también parte de un nexo cuya naturaleza es igualmente adverbial. Sin embargo, los complementos, como estructuras sintácticas, son un conjunto de palabras cuyos elementos varían según la intención de cada oración.
Por su parte, la subordinación es la unión de dos oraciones de destino nivel.
En cambio, el adverbio corresponde a una sola palabra dentro de una sola oración y que modifica, por lo tanto, a un solo verbo.