Un acto de comercio es un acto que implica la existencia de transacciones económicas. En tanto tal, estará subordinado a una legislación específica que buscará velar por distintos derechos, como por ejemplo, el derecho a la propiedad privada, el derecho a comerciar, el derecho la competencia, el derecho a asociarse, etc. De esta manera, los actos de comercio se fundan en el aspecto económico de la sociedad y son reconocidos en tanto tales por la ley. Cada país, no obstante, puede tener sus variaciones al respecto, sus propias regulaciones, pero es notable comprobar que por lo general existe unanimidad en la mayoría de tratamientos que se relacionan con esta circunstancia.
El comercio es una parte fundamental de la actividad humana. En efecto, sin el mismo sería imposible cualquier tipo de actividad económica y por ende cualquier forma de generación de recursos. Gracias al incremento del mismo a lo largo de los años la sociedad alcanzó una mejora en sus condiciones materiales. Dada esta importancia, es lógico y entendible que una buena parte de las normas que se suscitan en un país busquen dar un marco que salvaguarde estas actividades. En este sentido cabe señalar que las instituciones sólidas son enormemente importantes para el desarrollo fructífero del comercio y esta solidez implica un conjunto de reglas de juego que se hagan respetar por la justicia.
Es el derecho comercial aquel que se encarga de tratar temas relativos a un acto tipificado dentro de esta categoría. Existen también tribunales que están exclusivamente presentes para aplicar esta legislación. Como podemos ver, un acto de comercio tiene por su parte un tratamiento especial, del mismo modo que puede acontecer con un acto que requiera ser penado con la prisión. No obstante, en algunos casos pueden existir situaciones que se traten tanto desde una perspectiva civil como desde una perspectiva comercial; en efecto, en la práctica hay actos de comercio que también tienen implicancias civiles, es decir, tienen injerencia en la convivencia entre los habitantes.
Para finalizar, cabe señalar que los actos de comercio atañen tanto a la economía real como a las finanzas. En el primer caso nos encontramos con actos que tienen que ver con la producción de bienes y servicios que los distintas personas, tanto reales como jurídicas, necesitan para poder desarrollarse; en el segundo, en cambio, los actos de comercio referirán títulos que son representativos de algún valor, como puede acontecer con las acciones, los bonos de deuda o los derivados financieros.