El estoicismo fue uno de los movimientos filosóficos más difundidos y relevantes de la antigüedad Griega.
Fue fundado por el filósofo griego Zenon De Citio, en el año 301 A.C. y conseguiría difundirse impresionantemente por todo Grecia y hasta alcanzaría la cultura romana donde tendría una gran presencia entre las elites romanas.
Su gran presencia se mantendría firme hasta fin del siglo II D.C y a partir de este momento empezaría a debilitarse como consecuencia de dos cuestiones, por un lado, la descomposición social del imperio romano y por otra parte por la avanzada del cristianismo.
El pilar o base fundamental sobre la cual se apoya el estoicismo es el bien racional que se conseguirá llevando una existencia virtuosa, acorde a lo que nos propone la naturaleza.
En tanto, su fundador y creador, Zenón de Citio, llamado así por el lugar de su nacimiento sito en Chipre, en aquellos tiempos una colonia griega, nació en el año 333 A.C. y se cree que habría tenido un origen fenicio.
Zenón sería discípulo de los filósofos Crates de Tebas y Estilpón.
Se dedicaría al comercio tal como había hecho su padre, en tanto, a los 45 años de edad se inclina por la filosofía y crea su escuela que sería sin dudas un éxito durante varios siglos.
Vale destacarse que para conformar su doctrina, Zenón, se nutriría de elementos de Aristóteles, de la escuela cínica, de Heráclito, de Platón, mientras que combatiría a su contrapuesto, Epicuro, fundador del epicureísmo.
Subdividió al estoicismo en lógica, física y ética, e impulsaría a sus discípulos a manejar la retórica, algo que él hacía muy bien.
Para él, tanto el estudio de la lógica como de la física eran imprescindibles para conseguir la virtud y además eran virtudes per se porque la lógica es la virtud que nos permite saber cuáles percepciones que recibe nuestra mente hay que asentir y cuáles no.
Mientras que la física es la virtud que nos acercará a saber como tener que actuar conforme a la naturaleza, ya que la misma la estudia y la entiende.
Estas dos junto con la ética permiten comprender toda la filosofía y preparan para ser sabio.
Zenón gustaba de impartir sus clases en la stoa de Atenas e incluso gustaba de enseñar a aquellos pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad.
Tuvo un buen trato con el Rey de Macedonia Antígono y por ello lo invitaba a sus banquetes