Al observar un volcán a cierta distancia, puede parecer que es una montaña corriente. En realidad, es una montaña, en cuanto que tiene su misma estructura externa. Su auténtica peculiaridad viene del interior.
Los volcanes se originan porque las rocas fundidas en el interior de la Tierra se funden, creándose el magma, el cual sube hasta la cumbre de la montaña. Cuando un volcán tiene actividad emite lava por un orificio, el cráter.
En cuanto a su estructura interna, en el interior de la montaña hay un lugar donde se encuentra el magma, el cual va atravesando las entrañas de la montaña a través de una chimenea central que desemboca finalmente en el cráter.
No todos los volcanes tienen el mismo funcionamiento y características. Los hay que emiten cenizas cuando empieza la erupción. Hay otros que tienen una salida o abertura en alguna parte de la corteza terrestre,el volcán fisural. También hay algunos con varias fisuras, el denominado volcán de escudo.
La mayoría de volcanes se sitúan junto a las placas de la corteza terrestre. Su verdadero peligro radica en su actividad, aunque la mayoría de ellos permanecen totalmente inactivos durante años.
Su capacidad destructiva es legendaria. El Monte Vesubio en el año 79 d. C entró en erupción y sus efectos fueron devastadores, ya que Pompeya quedó sepultada por completo. En una fecha más reciente, concretamente en 1985, el cráter del Nevado del Ruiz en los Andes explosionó, sepultando el municipio de Armero ( Colombia ).
Las erupciones de los volcanes producen lava, que puede ser de varios tipos en función del tipo de gas que emite o del origen submarino del volcán. El paisaje que se forma tras la erupción se denomina volcánico y se caracteriza por la ausencia de vegetación y la creación de productos sólidos ( el más conocido es la piedra pómez, que es tan ligera que flota en el agua ).
La Tierra no es el único lugar donde aparece este fenómeno de la naturaleza, ya que también hay volcanes en Marte, en la Luna o en Venus.
Por último, no hay que olvidar que hay una variante del volcán, el géiser. que se produce porque el magma calienta las rocas que, a su vez, calientan el agua, formándose unos chorros que salen a presión de la tierra. Por este motivo se les llama volcanes de agua.