Definitivamente reconocido como un postre a la vez delicioso, sofisticado y poderoso, el volcán de chocolate comenzó como un postre exclusivo de restaurantes muy refinados hasta que hoy en día su receta se ha hecho accesible para todo aquel que quiera probarla. El volcán tiene dos o tres elementos que son bastante particulares y que son importantes a ser cumplidos para que al servirse se desarrollen todos sus sabores y texturas.
La historia del volcán de chocolate
El volcán de chocolate ha ganado una reputación muy clara en estos últimos años. Su historia sin embargo nos lleva a la década del ’80 cuando el chef Michel Bras, oriundo de la provincia francesa de Aveyron, al sur del país, desarolló esta pequeña e interesante creación. Este chef patentó la creación en 1981, aunque luego algunos otros especialistas y cocineros salieron a discutir esta patente al señalar que la preparación existía ya hace mucho tiempo en los restaurantes del país.
De todos modos, fue Bras quien, al patentarla la convirtió en un postre típico de Francia y reconocido oficialmente por Michelin, la responsable de calificar a los mejores establecimientos gastronómicos del planeta.
Características del volcán de chocolate
El nombre oficial del postre en cuestión va en francés: ‘Coulant’. Esta palabra significa ‘corriente’ y esto hace referencia a una de las principales características de la preparación: el hecho de que al abrirse o partirse para ser consumido, su interior se derrama porque se mantiene en estado líquido mientras su corteza es crocante. Esta característica típica del volcán de chocolate supone sorpresa y también mucha exigencia pues es importante que esto suceda al ser presentado en el plato al comensal. De no suceder, se considera que el postre ha sido mal preparado o que algo salió mal en su cocción de modo que es una prueba de fuego para los cocineros y pasteleros que lo sirven.
Además, otra característica del volcán de chocolate es su sabor puro ya que está hecho en base a chocolate amargo y para que sea de la mejor calidad, se recomienda utilizar chocolate con baja proporción de manteca de cacao.
El por qué de la sorpresa en el volcán de chocolate
Tal como lo dice su nombre en castellano, este postre se convierte en una delicia con un sabroso líquido de chocolate interno que emula el funcionamiento de un volcán. Poder lograr este detalle es muy importante para quienes desean servirlo y el efecto se logra por un lado utilizando productos de la mejor calidad pero además congelando la preparación ya en potes donde luego se cocinará.
Al estar congelada a la hora de ser llevada al horno, la parte externa de la preparación llega a cocinarse y queda crocante mientras el interior del mismo sólo llega a calentarse y no se solidifica, lo cual hace que cuando se pruebe el postre combine ambas texturas en un solo plato.
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