Difícil de definir como muchas otras palabras que simbolizan valores o términos abstractos, el de verdad es un concepto que surge a partir de la convivencia humana y del desarrollo de la razón, aquella que nos hace reflexionar sobre la posibilidad de alcanzar las formas más perfectas de vida.
Verdad es la palabra que se utiliza para hacer referencia a todo aquello que es cierto, que no es mentira, que es real y que ocurre
También es verdad aquello que uno cuenta tal como se vivió y que ocurrió, por eso este término tiene mucho que ver con la historia y el pasado.
Sin embargo una de las únicas cosas que aparece en todas las definiciones posibles de ‘verdad’ es el dato que señala que estamos hablando de algo que no es falso, que no es una mentira, o una exageración. Tal vez, así como vemos, es más fácil definir la verdad a partir de sus opuestos que de sus mismas características propias.
La verdad según Platón
El filósofo griego Platón, uno de los más importantes de la Humanidad, planteó entre muchas otras cosas que el mundo sensible que conocemos los humanos está gobernado por un mundo de perfección, donde el error ni la tragedia son posibles. Este es el mundo de las ideas y esas son las que los humanos buscan reproducir en su vida cotidiana, aunque sin lograrlo.
La Verdad ocupó uno de los roles más importantes junto con el Bien para Platón ya que ambas representaban la medida perfecta de lo justo, lo correcto y lo bueno. A imagen de ellas podemos encontrar formas que intentan imitarlas pero que nunca lo logran porque tanta es su perfección que sólo alguien que se prepara, que filosofa y que las estudia puede conocerlas.
Desde una perspectiva religiosa
Mientras Platón hizo estos planteos desde una sociedad como la griega, secularizada, todas las demás poblaciones de la época, y muy posteriores también, mantuvieron a la religión como centro del universo y el lugar que las ideas tenían para Platón lo ocupó el o los dioses de los que se fuera devoto. Así, para el Cristianismo, el Judaísmo, el Islam y todas las demás religiones, la medida de la Verdad es Dios, el inalcansable, el que es justo y correcto, que nadie puede imitar completamente y al que hay que referirse siempre que uno desee ser mejor.
La verdad en la Posmodernidad
Muchos siglos han pasado desde entonces y las religiones, junto con otras estructuras sociales, han ido perdiendo fuerza. En la actualidad, la Posmodernidad nos habla de una convivencia de infinitas formas de vida y de innumerables identidades.
Del mismo modo, el concepto de Verdad ha perdido esa rigidez y esa perfección y suele entendérsela hoy en día como algo completamente subjetivo, que depende de la interpretación, del contexto o de la subjetividad misma de la persona y no de cuestiones objetivas, aisladas e inalcanzables.
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