El mandato familiar lo orientó hacía la carrera política por eso es que estudió filosofía, retórica y hasta derecho, sin embargo, la primera vez que pudo observar un eclipse de sol fue suficiente para darse cuenta que su pasión e inclinación estaba en la Astronomía y en nada más…
Y así es que contrariando los deseos y mandatos familiares, Tycho Brahe, astrónomo danés, se convirtió en el más agudo observador del cielo de su tiempo y gracias a ello aportó destacadas novedades en el campo, como ser: las novas, precisiones acerca de las estrellas, entre otras.
Cabe destacar, que en su época, todavía, no era una realidad el telescopio con lo cual sus observaciones eran efectuadas de manera directa y a través de diferentes instrumentos que iba creando.
Tyge Ottesen Brahe, tal era su nombre original, nació el 14 de diciembre del año 1546 , en el Castillo de Knutstorp, Dinamarca, en el seno de una familia noble.
Como dijimos, cuando tenía 14 años, observó un eclipse de sol y eso cambió el rumbo de su vida profesional…
Entre tantísimos aportes, Brahe, catalogó alrededor de mil estrellas, propuso que el cometa no era un fenómeno meteorológico como se creía sino un elemento que existía más allá del planeta tierra, describió la refracción de la luz, observó una supernova, situación que dejaba caer la teoría de la inmutabilidad del cielo y la presencia de nuevas estrellas.
Tales cuestiones, a medidas, que fueron conociéndose, le reportaron un notable respeto como astrónomo.
Si bien para la teoría heliocéntrica de Copérnico faltaba mucho, Tycho, avanzó respecto de la teoría geocéntrica de Ptolomeo, sosteniendo que el sol y la luna giran alrededor de la tierra sin movimiento, mientras que los planetas giran alrededor del sol.
Para él, la tierra, en relación al universo, era estática, situación que se echaría por tierra tiempo después gracias al descubrimiento del paralaje.
La realeza de su tiempo, asombrada por sus conclusiones, solventó varios de su proyectos, tal es el caso del Rey Federico de Dinamarca, quien lo ayudó en su proyecto de construcción de dos observatorios en la isla de Hven.
También dispuso del favor del emperador Rodolfo II , quien no solo lo nombró matemático de su imperio, sino que también le puso a su disposición varios castillos para construir otro observatorio.
Asimismo, incursionó en el ámbito de la astrología, íntimamente asociado a la Astronomía por aquel tiempo y por pedido de Rodolfo II, elaboró cartas astrales para los miembros de la corte y también interpretó astrológicamente sucesos destacados.
El 24 de Octubre del año 1601 fallece en Praga a causa de una cistitis.
Su legado pasó a manos de otro astrónomo célebre, Johannes Kepler, quien se desempeñó como su discípulo los últimos años de su vida y quien heredó todos sus descubrimientos.
Gracias a los mismos, Kepler, enunciaría las famosas leyes de Kepler que rigen el movimiento de los planetas.