El pueblo tehuelche es de origen patagónico. Su nombre proviene del mapudungún y significa “gente arisca y bravía”. En sus inicios, los tehuelches se caracterizaron por la trashumancia en busca de alimentos, ya que se trataba de un pueblo cazador-recolector cuya principal fuente de alimentos eran los guanacos y los ñandues.
Al ser el patagónico un clima hostil, los tehuelches recurrieron a la migración estacional pasando los inviernos en las costas y mallines, y los veranos en la Patagonia central y la zona sur de la cordillera.
El contacto con los españoles desde mediados del siglo XVI alteró su modo de vida desde diversas dimensiones. No obstante, fue el avance del Estado argentino y su campaña del desierto el que tuvo un mayor impacto sobre la población tehuelche, ya que dicho proceso implicó la aniquilación de su pueblo. Actualmente, habitan en Argentina 27.813 personas que se reconocen a sí mismas como tehuelches.
Los tehuelches en el período colonial
La primera vez que tehuelches y españoles entraron en contacto fue en el año 1520 cuando la expedición de Fernando de Magallanes arribó a la Bahía de San Julián. Los conquistadores, al observar el gran tamaño de las huellas que había en el suelo y sin saber que estaban engrandecidas por las pieles que cubrían los pies, llamaron “patagones” a los pobladores del territorio.
El contacto con los españoles produjo cambios significativos en la vida de los tehuelches. Por un lado, fueron introducidas pestes como la viruela, el sarampión y la gripe, las cuales provocaron gran cantidad de muertes. Por otro lado, la incorporación del caballo produjo una verdadera revolución en su modo de vida, ya que cambiaron sus patrones de desplazamiento, el equino pasó a ser parte fundamental de sus dietas, y se incorporaron a los circuitos comerciales intercambiando ganado por bienes manufacturados.
Es de destacar que, debido a que los tehuelches tenían una organización socioeconómica de tipo nómade, los conquistadores fracasaron en incorporarlos a la economía colonial mediante reducciones o encomiendas. No obstante, su relativa autonomía fue alterada con el avance del Estado nacional argentino sobre el territorio patagónico desde mediados del siglo XIX.
Violencia del Estado, campaña de exterminación y araucanización
Desde mediados del siglo XIX, el Estado nacional argentino en conformación, comenzó a avanzar de forma violenta sobre el territorio habitado por los tehuelches. En ese momento, representantes de los pueblos originarios fueron raptados para ser exhibidos en Europa en lo que se conoció como zoológicos humanos.
A partir de 1880, por disposición del presidente Roca, la conquista se volvió más despiadada y mediante un proceso conocido como “campaña del desierto”, los habitantes de la Patagonia fueron asesinados, capturados para ser tomados como esclavos y muchos de ellos se suicidaron.
Esta campaña estuvo justificada desde el gobierno por dos argumentos principales, por un lado, la necesidad de utilizar las tierras patagónicas para generar productos acordes al modelo agroexportador en auge y, por otro lado, por la idea de llevar lo que el Estado entendía por “civilización” a los pueblos originarios. De esta forma, se buscó exterminar todo lo que representara a la cultura indígena.
Asimismo, fue en este período histórico que surgió la idea de la “araucanización” de los tehuelches, idea que implicaba que habían sido invadidos y conquistados por los mapuches y, por lo tanto, los pueblos exterminados por la conquista no serían argentinos sino chilenos. Este planteo es problemático, ya que se les atribuye una nación a habitantes originarios cuyo origen como pueblo fue anterior al surgimiento de las naciones, y además se pierde de vista que el proceso de araucanización en realidad implicó una serie de alianzas conscientes y voluntarias entre tehuelches y mapuches que se relacionaron de forma interétnica por razones políticas y económicas.
En la actualidad, habitan en Argentina 27.813 personas que se reconocen a sí mismas como tehuelches. La baja cifra de habitantes responde directamente a la violenta intervención estatal sobre su pueblo.