Biografía de Tecún Umán (Guerrero)

Nació en territorio de la actual Guatemala. Ostentó el título de príncipe dentro de las jerarquías que existieron en su comunidad originaria. Su nombre originario fue Ahau Galel, que refiere “nieto del rey”, porque justamente fue nieto de Quicab, otro jefe de los quichés.

Descendió de los quichés, un pueblo centroamericano de larga tradición en la región que sorprendió ciertamente a los españoles tras la conquista, por la avanzada organización que presentaron, y por dominar una vasta extensión territorial, que se extendió desde la costa del Océano Pacífico hasta el norte del departamento de Quiché (actual Guatemala). Se los emparenta con los toltecas.

Todo lo que se sabe de él se extrajo de la tradición oral del pueblo que quedó inmortalizada en las famosas Danzas de Conquista.

Padecieron la conquista española. Como les sucedió a tantos otros pueblos vecinos, este evento constituyó un momento bisagra en su historia, y una abrupta interrupción de sus realidades, tan diferentes y contrastantes, por cierto, con las que trajeron y sostuvieron los españoles.

La clara misión de aniquilar y someter a los pobladores originarios no dejó exceptuado a los quichés, a quienes sometieron hasta hacerlos desaparecer o convertir.

Cuando los vieron llegar no los advirtieron en principio como una amenaza… En un comienzo, los pobladores, creyeron, por su formación religiosa, que los conquistadores eran enviados de sus dioses, en este puntual caso, creyeron que eran los “Hijos del sol”, elemento al que adoraron.

Por otro lado, los asociaron con la mitología ancestral que construyeron y difundieron sus antepasados a lo largo de su historia, y en la cual, se hablaba de dioses malvados que algún día emergerían del mar y destruirían su comunidad.

Fueron devotos creyentes de la luna y el sol, a los que le otorgaron un valor y poder supremos; consideraron al sol como el padre, y a la luna la madre.

Ostentaron una cosmovisión de raigambre natural y adoraron las deidades mayas. En tanto, los sacerdotes fueron los encargados de entablar la comunicación con el ser superior, los ancestros, y el inframundo. Utilizaron los colores con valores simbólicos.

Cultivaron el maíz y el frijol y fueron destacados artesanos; sus tejidos de sedalina, hilo alemán y de mish, resultaron característicos.

Su organización política estuvo sustentada por dos soberanos que actuaban en simultáneo y debajo de los cuales se encontraron y dependieron una serie de dirigentes y jefes militares. Justamente él fue uno de estos mandos militares.

Se desarrollaron siete batallas contra el ejército español, comandado por Pedro Alvarado, enviado del líder y conquistador Hernán Cortés.

Las llevaron a cabo en solitario, porque buscaron previamente tejer alianzas con pueblos vecinos, para unir fuerzas, sin embargo, fueron más determinantes las rivalidades que mantuvieron entre ellos por disputas anteriores que no lograron edificar una resistencia combinada.

Los primeros enfrentamientos provocaron enorme mortalidad entre los indígenas, especialmente porque se enfrentaron a estrategias de combate desconocidas, por ejemplo, el uso de armas por parte de los españoles, que claramente los colocó en una posición de desventaja.

De todos modos, la resistencia que los quichés opusieron fue notable e inédita a pesar de las desigualdades en materia de armamentos.

Terminaron vencidos por los conquistadores españoles, en una batalla que resultó desventajosa para él y sus guerreros, por la manipulación de armas y caballos por parte de los primeros.

Fue derrotado por el conquistador Pedro Alvarado

Murió en defensa de su pueblo y luchó hasta el último aliento de vida, en Quetzaltenango (actual Santa María Jesús), en la llamada Batalla del Pinal.

Se encontraba en los Llanos del Pinal con otros guerreros, esperando a los españoles. Se resistieron férreamente al ejército español y tuvo una lucha cuerpo a cuerpo con Pedro Alvarado quien pretendió dominar el territorio que ocupaban y las tierras colindantes. Clavó su lanza en el caballo de Alvarado, y una vez de pie, este último, la clavó sobre él, provocándole la inmediata muerte.

Su cadáver fue trasladado hasta el palacio del rey quiché y recibió los honores por parte de su pueblo que lo declaró e inmortalizó como su guerrero más valiente. Los sobrevivientes fueron dominados, al igual que el territorio, y convertidos al cristianismo, religión oficial de los conquistadores.

Su muerte dio paso a la construcción de diversas leyendas, la más conocida cuenta que un quetzal se apoyó en su sangre y que su pecho se tiñó de rojo. Por caso es que el quetzal (ave) fue escogido como simbología de libertad.

Fue declarado héroe nacional de Guatemala por una ley del Congreso de la Nación.

Fue honrado por el estado guatemalteco que emitió una moneda de 50 centavos con su imagen; y además diversos artistas lo homenajearon con producciones dedicadas a él: los autores Miguel Ángel Asturias y Rafael Mérida Cruz le dedicaron obras literarias, mientras que el músico Julián Paniagua el vals Tecún Umán.

Por otra parte, se han erigido varias estatuas que destacan su valentía.