Se denomina técnica a todo proceder sistemático que tiene como finalidad bajar los niveles de consumo de recursos para alcanzar un fin determinado. En este sentido, es posible hacer referencia al concepto de técnica desde distintos contextos, pero siempre considerando que una técnica determinada se consigue a efectos de lograr algún fin, de tener algún resultado en algo con el costo mínimo posible. En este sentido, una técnica suele estar continuamente testeada por la prueba y error, circunstancia que logra una depuración de ésta. Con el paso del tiempo, los mejores procedimientos van quedando incorporados y los menos eficientes van dejándose de lado.
Un ámbito típico en el que es necesario el desarrollo de una técnica es el ámbito del deporte. Así, cada disciplina tiene un conjunto de procedimientos determinados que garantizan la obtención de un resultado esperado si se ejecutan con probidad. Así, por ejemplo, en el futbol es necesario pegar a la pelota de una determinada manera, con un conjunto de movimientos en todo el cuerpo que garantizan potencia y dirección en el impacto con un mínimo de esfuerzo. Una circunstancia similar puede evidenciarse en los deportes de contacto, en donde se necesita que los golpes sean certeros y gasten la menor energía posible. Otro ejemplo puede ofrecerlo la natación, en donde la ejecución de un conjunto de movimientos de forma sistemática garantiza que el esfuerzo de traslación sea el mínimo posible y la velocidad la máxima que pueda alcanzarse.
Otro ámbito en donde cabe hacer una mención a la técnica como un elemento de importancia pues tiene impacto en nuestras vidas es el ámbito económico. En efecto, con la intención de mejorar la productividad, esto es, aumentar la producción y bajar los costos, las empresas van desarrollando técnicas que tienden a sistematizar los modos en que se generan bienes y servicios. Esta es una situación de gran importancia pues es la que garantiza que podamos gozar de éstos a precios cada vez más bajos, garantizando un crecimiento de la economía y una mejora de la calidad de vida. En efecto, una mejora en las técnicas de producción tiene como consecuencia un aumento de la productividad que impacta de manera directa en los consumidores.
El desarrollo de técnicas en lo que respecta a nuestras tareas cotidianas, ya sea de modo individual como de modo colectivo, es un proceso que se efectúa de forma natural aunque no lo notemos. En efecto, esta circunstancia nos permite desarrollar una herramienta que garantiza un mejor uso del tiempo.