La soledad es la ausencia de compañía, ya sea de forma voluntaria o no. A pesar de ello, la idea de soledad es ambivalente y llena de matices. Mientras unos experimentan el aislamiento con temor y angustia, otros lo perciben como una liberación o un estímulo.
Distintas visiones sobre el concepto
Si debido a las circunstancias personales alguien se encuentra solo en contra de su deseo, su soledad no resulta placentera. Esta situación involuntaria conduce normalmente a la tristeza y al desconsuelo. Por el contrario, la soledad buscada puede ser estimulante y una fuente de inspiración.
Desde un punto de vista psicológico, alguien puede estar solo de manera objetiva y, al mismo tiempo, sentirse acompañado. En la canción de George Mustaki «Ma solitude» se expresa esta idea con precisión cuando se dice que «yo nunca estoy solo con mi soledad». En un sentido inverso, es factible estar acompañado y a la vez experimentar un sentimiento profundo de soledad.
En las situaciones de desamor, únicamente experimenta el sentimiento de soledad la persona que todavía mantiene su deseo por el otro.
El temor a la soledad forma parte de la condición humana. Buscamos compañía y hacemos actividades porque no es fácil estar a solas con uno mismo.
En síntesis, el aislamiento puede vivirse como un suplicio amargo o bien como un alivio.
La paradoja de la soledad en la pareja
Los seres humanos deciden vivir en pareja para compartir amor y vivencias. De esta manera, en principio quien convive con alguien no debería sentirse solo. Sin embargo, la falta de comunicación, la rutina diaria y la no conexión con el otro pueden conducir a la vivencia de la soledad en la pareja.
La soledad y la creatividad
La creatividad en cualquiera de sus manifestaciones requiere de una cierta concentración y de soledad. El escritor, el pintor, el músico o el artesano desarrolla su actividad alejado del bullicio cotidiano y sus ideas y sentimientos se convierten en la única compañía durante largos periodos de tiempo.
La fuerza creativa de la soledad es una fuente de inspiración, ya que proporciona una nueva dimensión en la comunicación humana. Si bien los seres humanos somos sociales por naturaleza y necesitamos a nuestros semejantes para sentirnos bien, es indudable que el talento de los genios se encuentra estrechamente ligado con el aislamiento.