La semántica es la disciplina que se encarga de estudiar las significaciones de las palabras por ellas mismas, es decir, por lo que una palabra representa, y por su posición dentro del pensamiento humano (cómo surgió y qué interpretaciones se le pueden otorgar). Su estudio se relaciona con otras ciencias como la lingüística, la filosofía, la gramática, la cognición y otras. Tiene su origen en el griego semantikos, que puede traducirse como “lo que tiene significado”
La semántica en la filosofía
El estudio de la semántica inició en el ámbito de la filosofía mediante los modelos de análisis semántico de corte formalista en el que las oraciones eran sometidas a condiciones de verdad. La veracidad de una expresión dependía de condiciones externas a la lengua, pues estas debían estar presentes en el mundo (real o uno posible). Por ejemplo, si una persona dijera “hace calor”, la significación de dicho enunciado dependería de las condiciones del mundo: se necesitaría conocer la temperatura, la ubicación, el tiempo de quien lo dice para poder someter dicha expresión a condiciones de verdad.
La semántica estructural
Esta corriente se caracterizó por analizar el significado de las palabras basándose en algo conocido como «rasgos distintivos». Según está teoría, el significado de una palabra estaba construido por otros pequeños significados relacionados con características de función, material, naturaleza, etc. Por ejemplo, la palabra «coche» se caracteriza por un rasgo esencial: ser un medio de transporte. Sin ese rasgo no es posible entender qué es un coche y para qué sirve. Sin embargo, existen otras palabras que podrían unirse a esta por ese mismo rasgo como: tren, avión o bicicleta, por mencionar algunas. Las diferencias entre estos medios se consideran también como rasgos distintivos y los podríamos ver de esta forma:
Esta tabla es una representación simple de lo que se conoce como «matriz de rasgos» de un conjunto de lexemas en particular (palabras).
Entre los teóricos más importantes de esta corriente encontramos a Bernard Pottier y Eugenio Coseriu. Entre a sus aportaciones se encuentran los siguientes conceptos:
Sema: unidad más pequeña del significado de una palabra (un rasgo distintivo).
Semema: conjunto de semas que permiten definir un lexema.
Lexema: unidad mínima dentro del plano del significado.
Por ejemplo, para definir el lexema “gato” podemos basarnos en dos sememas.
Lexema: gato
Semema 1: animal doméstico.
Posibles semas: vivo, mamífero, felino, doméstico.
Semema 2: herramienta.
Posibles semas: no vivo, instrumento, levantar objetos pesados.
Campo léxico (o semántico): es una estructura en la que un conjunto de palabras comparte un espacio de significación común. Coseriu los divide en dos categorías que son las unidimensionales y las bidimensionales. Las primeras a su vez se dividen en tres:
Antónimos: frío/ caliente; amor/odio; feliz/triste.
Graduales: minúsculo, pequeño, mediano, grande, enorme, gigante (tamaños).
Seriales: enero, febrero, marzo, abril, mayo, junio… (los meses del año) o chihuahua, labrador, dálmata… (razas de perros).
La semántica cognitiva
Esta corriente del estudio de la semántica surge debido al impulso presentado en el estudio de las ciencias cognitivas. El estudio de la lingüística desde el corte estructuralista postulaba que los hablantes estructuraban y entendían las oraciones del habla gracias a la sintaxis, es decir, alguien entendía la oración “el perro come” debido a que, consciente o inconscientemente, se identificaba un sujeto y un predicado. Dentro de este estudio, la semántica se introducía como un estudio apartado que permitía dar una especie de interpretación de significado dentro de toda la estructura de la expresión. El problema de este enfoque es que no describe la naturaleza de la lengua, de hecho, su aproximación está más cercana a los textos escritos que al habla natural. Un ejemplo sencillo de los retos que enfrenta esta investigación es el albur debido a que de forma estricta expresa un significado, sin embargo, su significado real es otro.
Mientras que la semántica formal se basaba en las condiciones externas para validar una expresión y la estructuralista hacía una descripción interna de la lengua, la semántica cognitiva se basa en el hablante como conceptualizador de la lengua y es él quien en cierta manera otorga los significados. Esto último depende de la interacción de los rasgos físicos y biológicos del conceptualizador, así como de sus procesos cognitivos y su entorno físico y social.
En este sentido, la semántica cognitiva es una forma de estudiar tanto la lingüística como la cognición desde un nivel mental. Fenómenos como la metáfora y la metonimia son ejemplos de semántica cognitiva pues el hablante utiliza la lengua en distintos niveles creando estructuras verbales a partir de la relación que guardan con otras realidades.
Por ejemplo, la expresión “colgar los tenis”, utilizada para indicar que una persona murió, parece tener su origen en la costumbre de ciertas colonias populares donde se colgaba el calzado de un ser querido para notificar a los vecinos que este había muerto.
Campo Semántico
Derivado de la semántica encontramos el campo semántico, el cual engloba a un conjunto de palabras que tienen un significado relacionado, compartiendo una serie de características comunes. Un ejemplo sería el grupo de palabras formado por muralla, muro, pretil y tapia.
Un aspecto muy interesante de los campos semánticos es que cada lengua parcela la realidad de una manera distinta, por lo que los rasgos distintivos o diferenciadores que agrupan a las distintas palabras en campos semánticos varían de un idioma a otro. En muchas ocasiones, la agrupación de palabras en campos semánticos tiene más que ver con factores extralingüísticos e históricos que con la semántica propiamente dicha. Un ejemplo práctico de este hecho es que en diversas lenguas esquimales se pueden encontrar infinidad de términos para referirse a lo que en muchas otras lenguas se conoce simplemente como nieve.
Formalmente, los campos semánticos pueden presentar diversas estructuras, ya sea un conjunto de formas léxicas con un significado definido o bien puede ser un conjunto de formas léxicas que se estructuran mediante relaciones semánticas. De todo lo anterior se deduce que una palabra puede formar parte de diversos campos semánticos sin ningún problema.
La semántica lógica
Esta rama de la semántica se encarga del estudio de los problemas lógicos de significación, centrándose en la interpretación de signos, variables, predicados y reglas. Es por ello que resulta de especial interés en el campo de las ciencias matemáticas, ya que la semántica lógica permite establecer relaciones estructurales entre diversos elementos que se interrelacionan entre sí, como es el caso de los conjuntos.
Referencias bibliográficas
Carriazo Ruiz, J. R., & Julia Luna, C. (2021). Manual de semántica de la lengua española. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces.Valenzuela, J., Ibarretxe-Antuñano, I., & Hilferty, J. (2012). La Semántica Cognitiva. Lingüística Cognitiva.