Una secta es un colectivo de individuos que comparten unas creencias, que normalmente son de tipo religioso. El grupo de personas que la forman suelen compartir un estilo de vida, un ideario y siguen a un líder con veneración y respeto, incluso con dosis de fanatismo. La figura del líder es clave en cualquier secta. Se trata de una figura con una gran carga simbólica, que ejerce una notable influencia sobre sus discípulos y éstos le siguen con fidelidad, pues le consideran un maestro y un referente moral. Al margen de los grupos religiosos, hay otros movimientos que se pueden considerar como sectas: entidades culturales, políticas o colectivos con algunos rasgos similares a las órdenes religiosas.
En la historia de las religiones, el concepto de secta está muy presente. De hecho, según algunos teólogos, el Cristianismo surgió como una secta del Judaísmo ( los primeros cristianos eran de la secta de los nazarenos ). Esta idea de grupo religioso que se escinde o separa de otro grupo mayoritario es el proceso histórico de la mayoría de movimientos religiosos. El movimiento mayoritario se considera el auténtico, el ortodoxo y el grupo que se separa se convierte en una secta heterodoxa. Las dos corrientes se autoproclaman auténticas, considerando que la otra es una desviación del camino verdadero.
Hay otro matiz en el concepto y se refiere a aquellas sectas consideradas destructivas. Hay colectivos religiosos que, aparentando realizar un bien, se dedican a manipular a sus seguidores para fines ocultos: enriquecimiento del líder, prácticas sexuales o algún otro propósito ilícito. Los gobiernos intentan perseguir a estos grupos, pero no es fácil encontrar pruebas evidentes de sus delitos, ya que sus integrantes actúan por su propia voluntad. La voluntariedad de los seguidores de la secta es irreal, ya que han sido previamente manipulados para anular su voluntad. Este ingrediente de distorsión mental de los fieles se pone de relieve cuando se les intenta ayudar para que abandonen sus falsas convicciones. Es tan difícil hacerlo que los psicólogos especializados en estas prácticas son llamados desprogramadores de cerebros.
Una de las características de las sectas destructivas es su mensaje bondadoso, acompañado de una apariencia de autenticidad.
Por otra parte, cuando una persona o entidad tiene un comportamiento excluyente, estricto y muy riguroso, se dice que tiene una conducta sectaria o que practica el sectarismo. En este contexto, también aparece un ingrediente fanático que puede resultar peligroso.