Biografía de Santo Tomas de Aquino

Nació en el castillo de Roccaseca. Fue hijo de los condes de Aquino, una prominente familia aristocrática italiana.

Se formó en ciencia y teología en la Abadía de Montecasino.

Los estudios superiores los realizó en la Universidad de Nápoles. Aquí se contactó con Fray de San Juliano, quien lo acercó a la Orden de los Predicadores (Orden Dominicana) y despertó su vocación religiosa.

Culminó sus estudios en Colonia y París, bajo la supervisión de Fray Alberto Magno, quien lo animó a profundizar en la filosofía aristotélica. Justamente, Magno, fue quien dio los primeros pasos en la introducción de la filosofía árabe en Europa.

Enseñó teología en París, Roma y Nápoles.

Enumeró las 5 vías que demuestran la existencia de Dios, partiendo de la filosofía aristotélica: vía del movimiento (lo que se mueve es porque algo o alguien lo mueve); vía de la causa eficiente (causa que produce cierto efecto en el mundo); vía de la contingencia y necesidad (los seres nacen y mueren porque pueden existir o no y el mundo sigue su rumbo y continuidad); vía de los grados de perfección (las cosas tienen diversos grados de perfección, mayores o menores, en tanto, Dios, conjuga todas las virtudes); vía de la finalidad (todos los seres vivos tienen un fin en el mundo).

Comenzó a escribir la Suma Teológica, su obra cumbre y que contiene gran parte de sus reflexiones y experiencias como docente.

El fundamento del sistema tomista es la rigurosa determinación de las relaciones entre fe y razón. La razón no puede demostrar todo aquello que es de pertinencia de la fe o la fe misma perdería mérito, sin embargo, puede servirle a la fe de tres modos: demostrando los preámbulos de esta; la filosofía puede usarse para aclarar las verdades de la fe; y en tercer lugar puede combatir las objeciones que se hacen de la fe y demostrar la falsedad.

Por otra parte, la razón humana posee una verdad que le es propia y los principios de los que parte son verdaderos porque fueron dados por Dios. Así, las verdades de razón no pueden ser jamás incompatibles con la verdad revelada porque una y otra derivan de Dios. La fe es la regla de la razón.

Le reconoció a la investigación racional autonomía propia, aunque, sometiéndola a la fe, que la guía en el correcto proceder.

La función fundamental del conocimiento es la abstracción. El conocimiento sensible es la capacidad de recibir las formas sensibles de las cosas abstraídas de su materia.

Su aporte pedagógico lo publicó en la obra De Magistro.

La ética y la política de Santo Tomás coinciden en concebir a la educación moral como obra esencialmente disciplinar de las disposiciones prácticas. Se trata de obligar a la adquisición de buenos hábitos. La educación moral es todo un ejercicio, y el maestro desempeña un rol principal en ella.

En tanto, para aprender algo nuevo consideró imprescindible la aportación de signos externos; el maestro no le comunica su ciencia al alumno, sino que lo ayuda a este a que se forme adentro una ciencia análoga a la de su maestro. Equipara esta acción a la del médico, quien, a pesar de que actúa exteriormente, ayuda a la naturaleza a obrar internamente y restablecer la salud.

Valorizó la acción del maestro y la orientó en la dirección intelectualista y verbalista; los signos o palabras que aplica son más aptos que las imágenes para generar el proceso intelectual.

Murió en cuanto servía en la Abadía de Fossanova, en la localidad de Lazio. Tenía 49 años.

Fue canonizado por el Papa Juan XXII.

Lo declararon Doctor de la Iglesia.

Nombrado patrono de todas las universidades y escuelas católicas.