- Entre el 5 d.C./10 d.C.
- Pasó del odio al amor por Dios
- Conversión
- Evangelizó a través de sus cartas
- 58-67 d.C
- Templo y culto
Nació en Tarso, región de Cilicia (actual Turquía), en el seno de un hogar judío, y recibió formación como tal. Su nombre original fue Saulo de Tarso, tal fue el nombre del primer rey israelí. Dios lo rebautizó como Pablo. Habló con fluidez el griego, hecho que resultó fundamental para su trabajo evangélico.
Su vida y obra se relatan en la Biblia, en el capítulo denominado Hechos de los Apóstoles, y allí mismo, habla en primera persona, a través de sus famosas 12 cartas.
Fue un ferviente judío que antes de convertirse en fiel servidor de Dios fue designado para perseguir a los cristianos hasta Damasco y encarcelarlos.
Cuando estaba a punto de ingresar a la ciudad, un hecho imprevisto y súbito lo frenó: una luz muy poderosa lo dejó ciego, y acto seguido terminó tirado en la tierra. Presuntamente se habría caído del caballo.
De pronto, apareció una voz que lo interpeló preguntándole porqué lo perseguía; era Jesús; le dijo que se levantase y que entrase a la ciudad, que allí le darían indicaciones sobre lo que tenía que hacer.
Los primeros días fue cobijado en la casa de otro famoso apóstol: Judas. En dicha estancia apareció un hombre, de nombre Ananías, quien le dijo que Jesús lo había enviado para que recupere la vista y se embeba del espíritu santo. Colocó sus manos sobre él y al instante recuperó la vista. Fue un milagro de Dios.
Fue rebautizado como Pablo y de a poco se incorporó a la comunidad cristiana que predicaba la palabra de Dios.
Vivió un largo período en Siria y en Jerusalén, llevando a su paso la palabra del Evangelio a: sinagogas, plazas, teatros.
Asumió la misión evangelizadora de aquellos que no pertenecieron al pueblo judío. Llevó la palabra de Dios a Hispania, región del Imperio Romano, Turquía, Atenas, Macedonia, entre otros lugares de Europa y Asia.
Escribió las famosas Cartas de San Pablo que integran el contenido del Nuevo Testamento de la Biblia.
Son un total de 13, aunque a 12 de ellas se les confirmó su autoría: Epístola a los Romanos, Primera Epístola a los Corintos, Segunda Epístola a los Corintos, Epístola a los Gálatas, Epístola a los Efesios, Epístolas a los Filipenses, Primera Epístola a los Tesalonicenses, Segunda Epístola a los Tesalonicenses, Primera Epístola a Timoteo, Segunda Epístola a Timoteo, Epístola a Tito, Epístola a Filemón, (Epístola a los hebreos).
La misión de dichas cartas fue la de darles instrucciones a los cristianos sobre la manera de comportarse y dar respuesta a sus dudas. Los animó, les dio consejos, respondió sus cuestionamientos, los retó, les agradeció y felicitó.
En tanto, las cartas a Tito y a Timoteo plantearon la organización interna que debía asumir la Iglesia Católica, respecto de sus autoridades, tales como: obispos, presbíteros, diáconos, entre otros.
Cuando llegó a Roma fue perseguido, se presume por Verón, hasta que lo asesinaron.
Fue decapitado, en la ciudad de Roma; algunos sostuvieron que el hecho se produjo en el mismo lugar en que mataron a San Pedro. Fue enterrado en la Basílica de San Pablo, en Roma, que, a propósito, se erigió en el templo de su veneración.
La Basílica de San Pablo está considerada como una de las cuatro mayores católicas, junto a la de San Juan, Santa María y San Pedro, es decir, las de más alto rango a instancias de los templos católicos.
Integra el recorrido o peregrinaje de las Siete Iglesias Romanas, que deben recorrerse en dicha ciudad, como rito católico, para lograr la indulgencia o perdón de Dios.
Es la más grande de Roma, después de la de San Pedro. Fue construida a 11 km. de Roma.
En 1990 fue incluida en el listado de Patrimonio de la Humanidad de Europa, de la UNESCO.