El riego es un procedimiento que consiste en el aporte artificial de agua a un determinado terreno, generalmente con la intención de intentar con el mismo facilitar el crecimiento de vegetales. Es implementado desde la antigüedad por su relevancia en el desarrollo de la agricultura. En cada momento histórico fueron empleándose distintas técnicas para garantizarlo, dejando testimonios de distintas formas de encarar este intento. El riego es enormemente importante en zonas en las que pueden existir variabilidades de lluvias que hagan perder cosechas o las hagan mermar considerablemente. Es por esta circunstancia que el desarrollo de nuevas formas de proporcionar agua siempre estará presente para garantizar una mejora en la producción de materias primas.
La existencia de riego artificial depende enormemente de la posibilidad de obtener agua fresca de fuentes cercanas. Sin esta situación de tipo geográfica existirán muchos inconvenientes a la hora de producir riego en un determinado terreno. En efecto, aunque éste sea posible desde el punto de vista técnico, lo cierto es que sería demasiado costoso como para justificarlo. Cabe recordar en este sentido que son los precios de los bienes que se producen los que determinan los costos de producción de los mismos, si estos precios son bajos (determinados por la oferta y la demanda), los costos afrontados también deberán ser bajos; como en general los productos primarios se caracterizan por tener un bajo precio internacional, es esperable que las implementaciones técnicas para generar distintos sistemas de riego sean modestas.
La agricultura fue un fenómeno crucial en la historia de la humanidad, la misma cambio toda la forma en la que la sociedad se estructuraba. Se realizaba por lo general a la vera de grandes cursos de agua, situación que hacía que la provisión de ésta por lo general estuviese garantizada, posibilitando el desarrollo de canales que transportaban el líquido hacía distintos terrenos cultivables. Hoy en día esta manera de posibilitar el riego todavía se utiliza, siendo altamente conveniente. Es importante considerar, empero, que el riego puede ser perjudicial si se lleva a cabo de manera inapropiada, porque podría arruinar el suelo, llevando adelante procesos de salinización.
El riego del suelo debe ser estudiado en profundidad antes de ser implementado, teniéndose en cuenta las posibles formas de llevarlo a cabo y las posibles consecuencias. Ciertamente, puesto en práctica con conciencia puede significar una mejora profunda de la productividad del suelo, mejora que tendrá su impacto positivo también desde el punto de vista financiero.