La rentabilidad es la capacidad que tiene un proyecto, institución e incluso a nivel particular el individuo, para generar cierto grado de beneficio o ganancia en contraste con sus egresos. Este indicador financiero se fundamenta en la cantidad de ingresos y egresos que se presentan en un determinado tiempo, por lo tanto decimos que una empresa es rentable cuando genera una cantidad mayor de ingresos en contraste con los egresos que debe realizar para el funcionamiento de sus operaciones.
Incrementar este factor financiero de gran importancia representa uno de los principales objetivos para cualquier empresa, negocio o proyecto, sin embargo, la gran incógnita se plantea en ¿Cómo obtener el mayor rendimiento posible? Es un hecho que no existe una fórmula mágica que indique el camino, sin embargo, dentro del contexto financiero se presenta una serie de pautas, procesos y métodos, que ayudan a generar una mayor captación de ingresos y sobre todo, alejar de la quiebra o las crisis económicas que se pudieran llegar a presentar. A continuación explicamos algunos de los puntos que consideramos más importantes y realizamos recomendaciones relevantes para alcanzar este codiciado objetivo.
Control y previsión financiera
El generar un mayor porcentaje de rentabilidad y ganancias para la empresa, depende mayormente de la gestión financiera que se lleve a cabo y la toma de decisiones que se desprenden de esta. Pero antes de adentrarnos en los factores que componen estos procesos se debe destacar la importancia que implica el registro continuo sobre el comportamiento de las finanzas, lo cual logra a través de diversas metodologías administrativas, contables y de reporte, como es el caso de los ya conocidos, estados financieros.
El levantamiento de esta información da la oportunidad de crear una base sólida de conocimiento, la cual otorga certeza en cuanto a las decisiones que se deben tomar y el camino por medio del cual se deben encaminar las operaciones y actividades de la empresa.
Inversión acorde a las posibilidades
Una vez que tenemos el control y total conocimiento del comportamiento financiero, cuidando siempre obtener valores positivos, es decir, generar mayores ingresos sobre los egresos, es hora de visualizar el panorama de crecimiento y la posibilidad de obtener una rentabilidad aún mayor.
Para ello es importante realizar un presupuesto, el cual funciona como inyección de capital para un proceso de inversión. Este permitirá mantener una postura financiera estable, pero sobre todo, apostar por el crecimiento empresarial y una mayor captación de beneficios.
Una de las estrategias comerciales y proyectos de inversión que tienen menor riesgo y ofrecen un esquema de rendimientos realmente atractivos, es la inversión en herramientas, estrategias, campañas y procesos de marketing, es decir, aquellos que permitirán dar a conocer el valor de la empresa, captar clientes, fidelizarlos y sobre todo cerrar un mayor número de ventas.
Aportaciones de capital
En muchas ocasiones las actividades de la empresa se dificultan en torno a un solo individuo o institución que soporta financieramente las operaciones, por ello es importante contemplar las colaboraciones externas, hablamos de los aportes de socios accionistas quienes, a través de una inyección de capital o inversión en nuestro negocio, impulsan las actividades empresariales y una vez obteniendo las utilidades esperadas, se reparten los beneficios en forma de “dividendos”.
Otra cuestión que tiene una dinámica similar, es la solicitud de préstamos o créditos que se solicitan a través de instituciones bancarias. En este contexto es de suma importancia realizar un análisis financiero, el cual permita descifrar qué tan conveniente es llevar a cabo este tipo de operaciones, siempre prestando atención en las tasas de interés y el número de periodos o plazos a los que se someterá la empresa.