Se denomina relieve la irregularidad propia de la superficie terrestre, que se manifiesta en montañas, valles, llanuras, etc. El relieve tiene importancia en lo que respecta a la producción de algunos bienes primarios, en la medida en que afecta la temperatura (como consecuencia de la altitud) y en algunos casos as precipitaciones. El planeta tierra hace gala de una amplia variedad de formas en lo que respecta al relieve, pudiéndose distinguir entre el releve propio de los espacios terrestres como de los acuáticos. En efecto, es posible hacer referencia también a un relieve del fondo marino, con gran variedad de formas también que impactan en la vida acuática (puesto que implican distintos niveles de presión y por ende de adaptación en los organismos).
Algunas formas típicas que podemos encontrar en los continentes son las montañas, que son elevaciones de terrenos que superan los seiscientos metros, las mesetas, que conforman terrenos planos de una altura considerable sobre el nivel del mar, los valles que son los terrenos bajos que quedan entre las montañas y las llanuras que a similitud de las mesetas son territorios planos pero en este caso cercanos al nivel del mar. Este tipo de formaciones tienen su origen en distintos procesos geológicos. Así, por ejemplo, la corteza se forma por distintas placas tectónicas que “flotan” en un mar de magma; cuando estas chocan generan las montañas como consecuencia del impacto. En el caso de las mesetas, estas suelen tener un comienzo como montañas pero con el paso del tiempo la erosión elimina los picos afilados quedando un tipo de elevación de forma aplanada. La génesis de los valles, por su parte, se encuentra íntimamente ligado al de las montañas, siendo tan solo un espacio entre ellas. Finalmente, con respecto a las llanuras, carecen de fuerzas tectónicas actuando sobre ellas, con el agregado de sufrir continuamente distintos tipos de erosión; así, las llanuras presentan distintos tipos de sedimentos, ya sea los transportados por ríos como los transportados por el viento.
Considerando la teoría de placas tectónicas, podemos decir que la apariencia de la tierra era muy distinta hace millones de años de lo que s ahora. En efecto, los continentes que conocemos hoy en día no existían, existiendo tan solo uno denominado Pangea. Esta circunstancia tiene como consecuencia que muchos de los relieves que podemos evidenciar se generaron a lo largo del tiempo como consecuencia de la separación de este gran continente y el choque de las diversas placas.