Se denomina reflexión a toda meditación sobre circunstancias, hechos, conceptos, etc., que realiza un individuo voluntariamente a fin de sacar conclusiones sobre ellos. La reflexión es una condición que solo aparece en los seres humanos, en la medida en que se vincula con la capacidad de razonar e indagar cognoscitivamente el mundo exterior y los estados internos de la mente y la sensibilidad.
En tanto la reflexión tiene vínculos con la capacidad de comprender el mundo exterior, fue materia de estudio por la epistemología desde los inicios de la tradición filosófica occidental. Sin entrar en detalles, puede señalarse que un acto reflexivo intenta formar un mapa de la realidad circundante, intentando comprender las relaciones entre los diversos fenómenos observables. Es por ello que un acto reflexivo intenta formar conocimiento, es decir, elaborar una visión integral de las circunstancias perceptibles, pretendiendo encontrar algunos patrones que den cuenta de regularidades.
La reflexión también fue materia de estudio de la psicología, en particular, de la denominada psicología cognitiva, en la medida en que guarda interés en dar cuenta en como las personas captan la información sensorial y la procesan, la sintetizan, la memorizan y luego hacen uso de ella. Otros enfoques, como el denominado conductismo, prefieren evitar hacer hincapié en los procesos internos de la mente en la medida en que corresponden a un área de difícil comprobación empírica. No obstante, en la actualidad sigue siendo objeto de debate los alcances que los procesos reflexivos tienen en el hombre.
Como se ha dicho, la posibilidad de reflexionar solo parece estar presente en el hombre. Si bien es cierto que los animales tienen algún grado de conocimiento con respecto a las circunstancias circundantes, solo en el hombre este conocimiento puede ser objeto de revisión, de recomposición y reelaboración, dotándolo de posibilidades excepcionales. La reflexión sería este volcarse sobre sí crítico que hace posibles nuevos mapas mentales y concepciones del mundo. También es importante señalar que la reflexión está íntimamente vinculada a una intención de hacer uso del nuevo conocimiento obtenido; esta observación puede no ser evidente en una primera instancia, pero si partimos del presupuesto que toda la actividad humana se basa en la consecución de beneficio ya sea propio como ajeno, se torna más evidente; es por esto que la actividad reflexiva tiene indirectamente una relación con la toma de acción, en la medida en que crea un plan de acción en función de una interpretación tanto del mundo como propia.