Se denomina redacción al proceso mediante el cual se estructura un discurso escrito. La redacción es un arte pero también una técnica, en la medida que utiliza determinados procederes que garantizan que el texto tenga cierto nivel de coherencia. Así, la redacción suele desarrollarse con el paso del tiempo y la práctica, circunstancia por la que no debe extrañarnos que se le requiera continuamente a os niños en la etapa de su educación formal. Por extensión, algunos lugares en donde se efectúa la práctica de elaborar textos también reciben el nombre de redacción: es el caso de los diarios y revistas que asignan un lugar específico a que gente que publica ordinariamente en esos medios pueda procesar sus textos, tener un ámbito de trabajo, etc.
Solo es posible hablar de redacción desde el momento en que se desarrolló la escritura. En efecto, las sociedades primitivas carecían de la palabra escrita como medio de comunicación. Además, en muchos pueblos que la desarrollaron, no necesariamente puede hablarse de redacción cuando estos comunicaron sus ideas mediante signos gráficos. En efecto, la redacción en general se vincula con la capacidad de comunicarse a un nivel escrito que puede ser un reflejo del habla. En algunas sociedades primitivas esta condición estaba ausente por el hecho de que su escritura era de índole jeroglífica. No obstante, una vez hecha esta salvedad, y dejando presente la duda de si estas comunidades hacían uso de un proceso de redacción, lo cierto es que este tipo de proceder no podría existir sin un desarrollo de la escritura y de un conjunto de técnicas asociadas. Incluso cuando estas fueron desarrolladas, es difícil señalar que el proceso de elaborar textos fuese común y corriente y que la mayoría de la población pudiese llevarlo a cabo. En efecto, las comunidades primitivas eran fundamentalmente orales, circunstancia que se extendió prácticamente hasta la Edad Media.
A la hora de redactar un texto, lo primero que es necesario comprender es que este constituye un discurso que debe reflejar una unidad y esto implica que tenga conexiones entre sí. Así, por ejemplo, una técnica harto difundida es el hecho de dar un panorama global de lo que se quiere decir o de lo que se quiere desarrollar y luego proceder en esta tarea punto por punto, separando as ideas principales en párrafos y expandiendo a partir de allí ideas secundarias. Finalmente, los últimos párrafos se esperan a modo de conclusión que haga un redondeo de las ideas vertidas.