Se denomina recursos materiales a aquellos recursos económicos de carácter tangible. Se oponen de esta manera a los recursos intelectuales o intangibles, aquellos que son imposibles de captar con los sentidos. Los recursos materiales son medios con los que se es posible llevar a la concreción distinto tipos de objetivos, por lo queden ser de lo más variados. Un ejemplo claro de recursos materiales pueden constituirlos materiales de utilización industrial, tales como el hierro, el cobre, el bronce, etc. En este caso, los Bienes materiales funcionarían como un insumo, esto es, un elemento con los que se pueden construir otros bienes para comercializar.
En el área de los materiales se han desarrollado especializaciones que intentan identificar los beneficios que los distintos materiales pueden proveer. Esto apunta fundamentalmente a identificar los distintos problemas existentes en la sociedad y brindar soluciones al respecto a partir de las distintas posibilidades que lo materiales ofrecen. Así, por ejemplo, algunos materiales sirven como conductores de electricidad y pueden utilizarse para su transporte, otros materiales son maleables, otros ofrecen mayor resistencia, etc. Todas estas posibilidades pueden combinarse de manera creativa para elaborar productos y mejorar los ya existentes. En este sentido, el desarrollo tecnológico se fundamenta en gran medida en estos aspectos.
No obstante lo expuesto, cabe señalar que el concepto de recuro material es mucho más extenso y abarca un numeroso grupo de elementos. Así, los bienes destinados definitivamente a la comercialización también pueden calificarse como recursos materiales. De igual modo el dinero desde el momento en que requiere una identificación física. No obstante, lo importante a considerar cuando se habla de recursos es que estos provean de algún valor de utilización, de alguna posibilidad de integrarlos en los diversos procesos productivos, circunstancia que es extensible a casi todas las variantes de los materiales.
Durante mucho tiempo los recursos materiales fueron casi la quintaescencia de la riqueza. Es por ello que suele referirse a la abundancia material como un sinónimo de riqueza. Es sin lugar a dudas un preconcepto propio del pasado, en particular del siglo XIX, en donde el eje de la producción y de los bienes que se ofertaban en el mercado radicaba en la existencia física. No obstante, en la actualidad cobran cada vez más importancia los bienes intangibles. Así, el conocimiento, la capacidad de innovar y los distintos procesos que cada empresa desarrolla son de una relevancia enorme en la creación de valor. Es sin lugar a dudas un cambio importante de paradigmas.