La recesión es una circunstancia de la economía en la que existe un decrecimiento del producto bruto interno. Es sumamente preocupante si se extiende en el tiempo porque significará la pérdida de empleo y la posible destrucción de capital. Las recesiones a lo largo del tiempo han dado lugar a una mejor compresión de distintos fenómenos sociales, pudiéndose desarrollar también algunas recetas para evitar que los problemas sean muy graves. No obstante, cabe señalar que es imposible evitar las recesiones de forma permanente, siempre se presentarán en la historia cada cierta cantidad de tiempo. Empero, pese a esta circunstancia inconveniente, la economía crece a lo largo del tiempo, circunstancia que se explica por el hecho de que, en términos globales, el crecimiento supera al decrecimiento.
Para que un país sea declarado oficialmente en recesión, debe tener retracción de la actividad económica por al menos dos trimestres consecutivos. Si la misma es muy pronunciada puede hablarse de una depresión, de una caída brusca de la actividad económica que se extiende por un período indefinido de tiempo. El problema de las recesiones es que generan una situación de temor que alimenta cada vez más el problema. En efecto, la gente, ante la posibilidad de ver recortados sus ingresos o incluso de perder el empleo, comienza a evitar consumir en demasía. Esta circunstancia hace que las empresas vendan menos y dejen de invertir. Como podemos ver, es difícil tomar medidas que puedan cortar el círculo vicioso.
Una política desarrollada para evitar una circunstancia como la descrita tiene que ver con el hecho de incentivar la demanda agregada, por ejemplo, impulsando el gasto público. En estas circunstancias, la gente se vería impulsada a gastar su dinero por una abundancia del mismo, abundancia que llevaría nuevamente a mover los engranajes de la economía. La baja de la tasa de interés, por ejemplo, podría desincentivar al ahorro, haciendo que el dinero se vuelque rápidamente a la inversión o al gasto. Estas recetas fueron probadas en diversas recesiones y en algunos casos dieron sus resultados. Por ejemplo, en la última crisis que asoló a los Estados Unidos, aquella vinculada a las hipotecas basura, la baja de la tasa de interés significó nuevamente una vuelta al crecimiento. El problema con una política como la descrita, es que los resultados obtenidos pueden ser beneficiosos en el corto plazo, pero en el fondo pueden estar ocultando problemas estructurales que volverán a salir a la luz en algún momento.
Recesión del 2008-2009
Época en la que el mundo tuvo un impacto directo sobre su crecimiento económico, cuando el PIB mundial cayó en un promedio de tasa de -2% afectando en mayor medida a las economías en emergencia, sufriendo las peores consecuencias, motivo por el cual se le conoce como la Segunda Gran Depresión en la historia después de la acontecida en el año 1929, ambas con daños equiparables, donde los bancos más importantes en el mundo sufrieron de falta de liquidez e incluso algunos se declararon en quiebra cerrando, tal fue el caso de uno de los reconocidos en Estados Unidos Lehman Brothers.
Esta crisis inició en el ámbito hipotecario del país con la bandera de las barras y las estrellas, la cual tuvo origen como parte de una política monetaria implementada en el año 2001, despues del ataque terrorista más grande la historia, donde la reserva federal decidió mantener a un bajo nivel las tasas de interés con la finalidad de estabilizar el crédito para que la economía no sufriera de una recesión, esta política se mantuvo hasta el 2008, año donde se impulsó la adquisición de viviendas para la sociedad u atraer a inversionistas para darle mayor fuerza a la industria de la construcción, el cual se encontraba al alza desde el 2005.
Por la alta demanda, los precios de las viviendas alcanzaron un punto máximo en el año 2006 y con ello la morosidad por los miles de contratos hipotecarios de alto riesgo que se dieron a clientes que no tenían créditos anteriores y que tenían una calificación de no aptos a crédito por sus antecedentes, momento en el que los bancos iniciaron a mostrar perdidas millonarias que fueron notorias hasta dos años después, el fenómeno se conoce como la crisis subprime, afectando a todo el sistema financiero.
El efecto domino
Por la dependencia comercial, la constante movilidad en las inversiones y el patrón dólar, es que la crisis subprime se transformó en una recesión en el mundo, las principales bolsas de valores en Estados Unidos con capitales de todo el planeta cayeron en promedio de – 4%, Dow Jones – 4.42% y NASDAQ – 3.60% bajo este escenario la Reserva Federal continuo con las tasas de interés extremadamente bajas esperando que los capitales permanecieran y rescatar la liquidez del sistema financiero.
En América latina, el gran golpe fue a la producción, al comercio internacional con balanzas negativas y a la baja en reservas internacionales, provocando devaluaciones desmedidas, bajas en la inversión y altas tasas en desempleo, en México, la baja del PIB fue de – 4.7% cuando el crecimiento era por año de una tasa de 2.5% esto género que los precios de ciertos productos subieran por la escasez y por la falta de poder adquisitivo, este país sufrió de manera sustancial por la cercanía comercial que tiene con Estados Unidos. El caso de Argentina fue devastador, su producción cayó en un – 5.9% Chile en -1.1% y otros tantos en menor medida, empero, con una fuerte devaluación por sus relaciones comerciales con estos principales países que cayeron.
Acciones que buscan la recuperación
Aún hay repercusiones de dicha crisis, en plena recuperación aparece la pandemia y a la guerra entre Ucrania y Rusia dando origen a un escenario nada alentador, en la actualidad siguen algunas de las medidas que en ese momento fueron determinantes para la estabilidad, tales como la flexibilidad cuantitativa por parte de la FED y los bancos centrales, como compradores de instrumentos en el mercado financiero para respaldar acciones y brindar confianza, a su vez ofrecer bonos a tasas fijas atractivas, la idea es tener una solvente estructura monetaria.
Algo que aprendió el mundo de esta crisis fue a no depender tanto de la economía estadounidense, muchos países han emprendido a crear políticas de fortalecimiento al interior para sustituir gran mayoría de sus importaciones, otro rubro importante que es determinante para evitar otra gran recesión es tener una buena calidad en las finanza públicas, esto permitirá el equilibrio fiscal para poder reducir tasas tributarias al interior con la intención de que florezca la producción nacional.