La razón es la facultad humana mediante la cual comprendemos la realidad. Expresamos ideas a través del lenguaje porque disponemos de una capacidad intelectual que nos permite comunicarnos. La razón se pone en marcha utilizando un proceso mental: el razonamiento.
No hay un único modelo de razonamiento, pero sí algunas reglas o principios fundamentales. Algunos de ellos son muy conocidos: el principio de identidad ( algo es igual a sí mismo ) o el principio de no contradicción ( una afirmación no puede ser cierta y falsa al mismo tiempo ). Hay otras ideas que rigen el pensamiento racional: la oposición de las ideas ( algo y su opuesto ), la distinción de una parte y el todo o la distinción entre lo cambiante y lo permanente.
Empleamos razonamientos permanentemente y sin darnos cuenta de su estructura lógica e incluso sin percatarnos de los pasos que estamos utilizando a la hora de argumentarlos. Una clasificación útil del razonamiento es analizar las dos vías que hay en relación con la explicación más rigurosa de la racionalidad: la explicación científica. Ésta presenta dos opciones o caminos diferentes. Por un lado, el razonamiento inductivo, que consiste en alcanzar una conclusión a partir de la observación, la acumulación de datos y, por último, a partir de éstos extraer una conclusión final. Por el contrario, existe el razonamiento deductivo, el cual es opuesto al inductivo. El razonamiento inductivo parte de cosas particulares y emite una generalización y el razonamiento deductivo se fundamenta en una generalidad a partir de la cual se explican los casos concretos de lo que se está analizando.
Un razonamiento es de tipo deductivo si la conclusión final del mismo se fundamenta en las premisas previas utilizadas. El ejemplo clásico de esta modalidad de argumentación es el silogismo. Veámoslo con un simple ejemplo: Todos los hombres son mortales. Mi vecino es un hombre. Luego, mi vecino es mortal. Esta conclusión es una consecuencia lógica de las afirmaciones previas. Si, por ejemplo, dijéramos lo siguiente: la mayoría de mis amigos son sinceros, esta afirmación no es deductiva, ya que el concepto de mayoría implica que hay un número de casos, un porcentaje elevado de probabilidades. En cambio, las afirmaciones de carácter deductivo son certezas absolutas y serán válidas o no dependiendo de que la conclusión venga determinada necesariamente por las premisas.
El razonamiento deductivo es el que se emplea normalmente en las matemáticas y es útil utilizarlo cuando el planteamiento inductivo no es satisfactorio ( por ejemplo, para resolver un sudoku es mejor una estrategia deductiva ).