Rafael Alberti fue una de las plumas más destacadas de su patria, España, durante el siglo pasado.
Básicamente, fue un poeta que se destacó por las obras que escribió pero también por haber integrado el selecto grupo cultural que popularmente se llamó como Generación del 27, porque precisamente sería en el año 1927 que un grupo de jóvenes poetas inclinados hacia el surrealismo, entre los que se contaba al propio Alberti junto a Federico García Lorca y Pedro Salinas, entre otros, unieron sus voluntades para rendirle un tributo al olvidado maestro del barroco español Luis de Góngora.
La “empresa” culminó en el Ateneo de Sevilla con los mencionados escritores recitando obras del mismísimo Góngora.
Alberto nació el 16 de diciembre del año 1902 en el Puerto de Santa María, Cádiz, España, en el seno de una familia de origen italiano que se dedicaba al comercio del vino.
Sus estudios básicos los llevó a cabo en el Colegio de Jesuitas San Luis Gonzaga, en donde la disciplina y la tradicionalidad eran los valores que imperaban.
Tal situación no haría más que contraponerse al espíritu de Alberti, caracterizado por la libertad.
En el año 1916 fue expulsado como consecuencia de su falta de conducta.
Al año siguiente se traslada con su familia a Madrid y allí comienza a despuntar su vocación de artista plástico.
Llegó a exponer sus obras, resultado del vanguardismo imperante, en el Ateneo de Madrid y en el Salón de Otoño.
En el año 1920, cuando tenía 18 años, fallece su padre y tal situación será la desencadenante del comienzo de su actividad como poeta.
Al mismo tiempo una enfermedad pulmonar lo obliga a alejarse de la ciudad y en ese retiro a la localidad de San Rafael surgiría parte de Marinero en Tierra, libro de poemas que sería distinguido con el Premio Nacional de Poesía.
Cuando restablece su salud, Alberti, regresa a Madrid y comienza a ser un asiduo visitante de la Residencia de Estudiantes, en la cual se codearía con otros colegas talentosísimos como ser: Federico García Lorca, Pedro Salinas, Jorge Guillén, entre otros.
En el año 1925 gana el Premio Nacional de Poesía por Marinero por tierra y en el año 1927 concreta junto a Lorca y Salinas, entre otros, el homenaje a Góngora que formaría la fabulosa generación del 27.
Cuando arañaba la década del treinta, Alberti, sufrirá una profunda transformación interna que lo acercará a la política, más precisamente a los ideales comunistas.
En este tiempo también crea la revista revolucionaria Octubre y viaja a la Unión Soviética.
Al estallar la guerra civil española y luego la dictadura de Franco, Alberti, emprende un largo exilio, hasta el año 1977, que lo llevará a diferentes ciudades del mundo: París, Marsella, Buenos Aires, Roma, Punta del Este.
Tras el fallecimiento de Franco regresa a España y es ampliamente reconocido en su patria por su aporte intelectual y por los firmes ideales políticos que sostuvo y defendió.
Entre otros galardones recibió: el premio Cervantes, Lenin de la Paz, premio Roma de Literatura y el Nacional de Teatro.
El 28 de Octubre del año 1999 fallece en su ciudad natal.
Entre sus poesías más salientes sobresalen: Marinero por tierra, La amante, Cal y canto, Sobre los ángeles, El poeta en la calle, Consignas, Poemas de Punta del Este, Buenos Aires en tinta china, entre otros.