Quórum es la cantidad mínima y necesaria de personas para que se pueda realizar una reunión. El contexto en el que se utiliza es en los diversos parlamentos. Cada uno tiene un régimen normativo que establece el reglamento a través del cual deben guiarse las reuniones de los parlamentarios. Uno de los apartados esenciales es la cantidad mínima de representantes que se considera pertinente para realizar una sesión.
El hecho de establecer una cantidad es muy razonable, porque no hacerlo implicaría situaciones problemáticas. Pensemos en un hipotético caso. Un país imaginario tiene un parlamento de 100 personas y en su normativa interna no especifica el quórum necesario para que las sesiones sean autorizadas. Al no existir un quórum, 5 representantes asisten al parlamento y toman una decisión a sabiendas de que no sería la mayoritaria si se hubiera establecido un quórum. Este ejemplo, permite comprender la perversión y corrupción que podría haber si ese hipotético país ignorara este aspecto reglamentario.
En la constitución de cada nación se especifica cuál es el porcentaje de representantes para alcanzar el quórum. A veces se acuerda establecerlo en una mayoría simple, mayoría cualificada o mayoría absoluta.
Si bien la política es el ámbito en el que se utiliza la noción de quórum, también se emplea en otro tipo de reuniones. Los colectivos crean asociaciones para realizar actividades y necesitan de normas ( los estatutos de la entidad ). En los estatutos se determinan cómo se van a desarrollar y en qué condiciones. En consecuencia, también se indica el quórum necesario.
De manera general, los grupos humanos se reúnen para intercambiar ideas y deliberar. Y es necesario que se haga con un amparo normativo eficaz y el quórum es una garantía de representatividad que aporta legitimidad a cualquier grupo, asociación o institución.