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Historia/mito de la Quimera

Laura Cabrera Guerrero
Historia del Arte
La Quimera es un terrible monstruo de la mitología griega, una bestia única en su especie, constituida por una mezcla de diversos animales. La Quimera nació de la unión de dos monstruos: Tifón, uno de los terribles hijos deformes de Gea (la tierra) y Tártaro (las profundidades). Se describía a Tifón como un ser colosal y abominable, tan alto que llegaba hasta las estrellas, alado, con cabezas de dragón, cuerpos de serpiente y la capacidad de expulsar fuego y lava por su boca. En definitiva, una criatura espeluznante. La madre de Quimera era Equidna, una ninfa y a la vez un monstruo. Su nombre, en griego antiguo, significa “víbora”, porque tenía medio cuerpo de mujer y la otra mitad de serpiente.

De unos padres tan atípicos como estos nació la Quimera, otro monstruo pero muy distinto a sus progenitores. Más pequeña y con un cuerpo triforme, consistía en una mezcla entre leona, cabra y serpiente, con la cabeza de cada uno de estos animales. Al igual que Tifón, también tenía la capacidad de expulsar fuego por su boca de serpiente, como si de un dragón se tratara.

Descendencia

Tifón y Equidna tuvieron más hijos monstruosos, entre ellos Ortro, un can de dos cabezas, y el más famoso de todos: Cerbero, también un can pero de tres cabezas, la mascota del dios Hades y el guardián del reino de los muertos.

Es posible que Ortro y Quimera, pese a ser hermanos, tuvieran dos descendientes juntos: la Esfinge, un conocido monstruo con cuerpo de leona, alas y rostro de mujer, que custodiaba la entrada de la ciudad de Tebas y mataba a todo aquel que no supiera resolver su acertijo, y también el león de Nemea, otro monstruo al que dio muerte Hércules en el primero de sus doce trabajos.

Aterrorizar y destruir

Sin lugar a dudas, la Quimera es una de las criaturas más aterradoras de la Antigüedad Clásica. Se estableció en Patara, una ciudad marítima y muy cercana a la costa sudoeste de Licia. Se dedicaba a erradicar todo lo que encontraba a su paso, aterrorizaba a toda la población que encontraba, provocaba incendios, devoraba los rebaños… La gente vivía con miedo y pasaban mucha hambre, porque todos los animales que criaban para sacrificar acababan secuestrados y engullidos por la terrible Quimera. Alguien debía actuar y solucionar semejante situación como fuera.

Belerofonte y Pegaso entran en escena

Yóbates, que era el rey de Licia, decidió pedirle ayuda al héroe Belerofonte, desesperado por acabar con el monstruo. Belerofonte lo escuchó y accedió a intervenir en tan complicada hazaña. Con la ayuda de Pegaso, el caballo alado que el propio Belerofonte domesticó, sobrevolaron Patara hasta encontrar a la Quimera y lucharon contra ella, al principio sin éxito, pues la piel de la Quimera parecía una coraza extremadamente dura y resistente, imposible de atravesar con ningún arma, Belerofonte ni siquiera consiguió hacerle un rasguño.

Finalmente, el héroe tuvo una excelente idea, cogió su lanza y puso un trozo de latón en la punta. Con fuerza y velocidad, arrojó la lanza justo dentro de la boca de serpiente del monstruo. La Quimera, al sentir un objeto punzante atascado en una de sus bocas, expulsó de inmediato una ráfaga de fuego, como autodefensa, sin pensar, sólo tratando de eliminar aquella molestia clavada en la boca. Con el fuego, el plomo se derritió rápidamente, y el líquido espeso, metálico y caliente comenzó a bajar por la garganta de la cabeza de serpiente. La Quimera aulló de dolor mientras sentía como el plomo desecho y ardiente le recorría todo el interior de su cuerpo, quemando sus entrañas. Y así fue como Belerofonte y Pegaso aniquilaron a la temida Quimera. Los habitantes de Licia y alrededores al fin pudieron retomar sus vidas tranquilas, sin temores.

Expresión usada en la actualidad

La palabra ‘quimera’ no nos resulta desconocida en la actualidad, de hecho hay una expresión muy utilizada que es decir que algo es una quimera. Esto se debe a que en griego, la palabra Quimera (Χιμαιρα) significa “animal fabuloso”, porque el monstruo es realmente sorprendente y extraño por sus cualidades físicas. En literatura, se hace referencia al monstruo al utilizar su término como símbolo de algo excesivamente fantasioso y utópico, como por ejemplo un sueño a realizar tan complejo que casi con toda seguridad sabemos que no se podrá cumplir. Resulta por lo tanto, gracias al nombre de este monstruo, un término para referirnos a una idea esperanzadora, algo mágico, irreal o poco probable.


Autora

Escrito por Laura Cabrera Guerrero para la Edición #132 de Enciclopedia Asigna, en 02/2024. Laura es estudiante avanzada en la carrera de Historia del Arte en la Universidad de Barcelona. Aficionada a leer y escribir sobre la historia, el arte, la mitología, la música y la literatura.