Un prodigio es una situación extraordinaria, en general positiva, que cuesta explicar racionalmente. El término es especialmente utilizado para referir a personas con dotes excepcionales en alguna materia. En el caso de los niños, estos manifiestan tempranamente una gran capacidad en lo que concierne a su comprensión de diversas disciplinas que en otros casos solo pueden aprenderse al cabo de muchos años. Los prodigios humanos son un gran enigma para la ciencia, máxime cuando este extremado desarrollo de una capacidad tiene como correlato una dificultad en otra. A lo largo de la historia han existido diversos prodigios en el área de la ciencia o el arte que han dejado su impronta en la historia.
Una de las acepciones del término prodigio puede ser la del milagro. Este concepto remite a un evento en el que se hace manifiesta la voluntad de Dios de un modo evidente. En este contexto, un milagro tiene pocas formas de explicarse racionalmente, puesto que implica ser extraordinariamente bueno e imposible de alcanzar por el hombre.
Cuando una persona un algún talento extraordinario hace su aparición se considera que el mismo también carece de toda explicación racional. Es por ello que se aplica el mismo término. Un caso emblemático de esta circunstancia pude ofrecerlo la figura de Einstein. Este físico postuló una de las teorías más revolucionarias que se hayan presentado, abriendo todo un nuevo horizonte te de posibilidades de experimentación y estudio. No obstante, pocos saben que en su infancia era considerado un niño con retardo, que aprendió a hablar a muy avanzada edad. En la actualidad, su cerebro es conservado, habiéndose realizado diversos estudios para explicar sus condiciones poco frecuentes.
Otro ejemplo de prodigio puede ofrecerlo Mozart. Es sabido que aprendió a tocar instrumentos musicales a muy corta edad, como asimismo a componer. No obstante, se sabe poco de que padecía síndrome de Tourette, una afección de índole psíquica que se manifiesta en diversos tics y que deriva en muchas ocasiones en una dificultad para concentrarse en un determinado tema. Esta contradicción parece generar todavía más atractivo por el genio que irradió.
Las personas con este tipo de capacidades suelen recibir una educación especial si es que son descubiertas a tiempo, una educación ordinaria puede ser contraproducente puesto que significará cierto alejamiento de sus pares. En efecto, los niños prodigios suelen tener otra velocidad de comprensión de las materias en general y por lo tanto necesitan tener un tipo de provisión en la información que les garantice interés.