Una privación es la eliminación del goce de un beneficio determinado. Existen privaciones que se realizan desde un punto de vista institucional, como por ejemplo la privación de la libertad cuando ésta es dictaminada por un tribunal. La mayoría de las privaciones, no obstante, son accidentes en los que una determinada persona experimenta una falta con respecto a un servicio, bien o hecho que la beneficiaría significativamente. En el actual contexto puede aludirse como privaciones a la falta de salud de comida, de trabajo, de educación, etc.; en estos casos el criterio que prima fundamentalmente es el social. Tanto el mercado como el estado se orientan a la disminución de privaciones.
El ser humano se caracteriza por experimentar necesidades continuamente. Puede decirse desde esta perspectiva que la experiencia de privaciones se encuentra inscrita tanto en su historia social como en su historia individual. Es por ello que toda su actividad se orienta a la eliminación paulatina de las mismas. Esto atañe a toda la economía, con cada agente intercambiando bienes y servicios a partir de un medio circulante (dinero). Esta actividad debe entenderse como un juego cooperativo de suma distinta de cero, cada uno de los agentes aporta aquello en lo que es más competitivo.
No obstante, las relaciones económicas que se establecen en el seno del mercado distan de ser perfectas. Para actuar como un medio de eliminación de privaciones muy puntuales es que existe el rol del estado. El mismo se enfoca en proveer servicios de importancia pública, como por ejemplo la justicia. En general estos servicios son acotados porque la eficiencia del estado suele ser menor que la del sector privado. Una sociedad bien constituida se caracteriza por integrar armoniosamente ambas instancias, garantizando el estado un conjunto de reglas de juego estables en donde el mercado puede desenvolverse sólidamente para eliminar sustantivamente las privaciones que se experimentan.
En la actualidad existen numerosas poblaciones del mundo experimentando la privación de los requisitos de vida digna más básicos. Esta circunstancia debe hacernos reflexionar acerca del éxito de muchas de las políticas y de los conceptos que han manejado la economía a lo largo de los años. En efecto, cada vez que existan privaciones en lo que respecta a las necesidades más básicas será una evidencia de un fracaso de la sociedad toda, circunstancia que parece dejarse de lado en más de una ocasión. Con suerte estos tópicos serán cada vez más motivo de debate y reflexión.