El término plaga cuenta siempre con un destino negativo, ya que se utiliza para designar a toda aquella presencia excesiva y acumulativa de un determinado organismo, desde lo más minúsculo como una bacteria o virus hasta un animal de gran tamaño como por ejemplo un búfalo, que genera daños y produce problemas en el lugar o espacio donde tiene existencia.
Los daños económicos de las plagas y la problemática de la falta de alimentos
Las plagas de insectos, animales y microorganismos son altamente dañinas en el mundo de la agricultura y de los campos. Esto es así debido a que la presencia de depredadores de los cultivos puede fácilmente liquidar la producción que ha llevado tiempo y esfuerzo generar y puede también fácilmente hacer que el alimento escasee. En determinadas regiones del planeta los agricultores deben estar preparados para la posible presencia estacional de algunos insectos que en cantidad consumen y dañan por completo los cultivos. Pero además, hoy en día se suma la problemática de que el cambio climático ha vuelto a muchas de esas plagas impredecibles y azarosas, por lo cual los agricultores no pueden prevenirlas con facilidad.
Las plagas a los cultivos pueden combatirse a partir del uso de productos químicos y de fertilizantes que están preparados para repeler la presencia de determinados insectos. En otros casos, como por ejemplo el de los animales que se vuelven plaga, la solución es más difícil y constituye un verdadero problema para los agricultores.
Las plagas en el ámbito de la medicina: las epidemias
Del mismo modo que en el ámbito de la producción agrícola encontramos el concepto de plaga como un elemento destructivo y dañino, el mismo se ha comenzado a usar en los últimos tiempos en el ámbito de la medicina para designar a todas las bacterias, virus y microorganismos que se pueden convertir en una plaga dentro del organismo humano así como también a nivel social. Aquí es cuando hablamos de epidemias y de su difícil combate, ya que las mismas se vuelven cada vez más y más fuertes y los tratamientos pueden ser ineficaces si siguen avanzando.
Las epidemias y el contagio de las mismas son un problema muy importante que debe ser combatido desde la salud pública y desde el trabajo de los Estados, quienes son responsables en evitar que las plagas de este tipo se propaguen porque los daños no son sólo económicos, sino que hablamos principalmente en términos de vidas humanas.