Hay temas, épocas o personajes que se han dado a conocer a través de la difusión de la literatura y especialmente el cine. Esto es lo que sucede con la piratería.
La novela de Robert L. Stevenson «La isla del tesoro» o todas las películas de aventuras protagonizadas por piratas, popularizaron a estos personajes históricos. Estas obras y películas dieron una imagen de ellos que, muy probablemente, esté distorsionada y no se corresponda con la realidad. Existe una visión del pirata aventurero e intrépido, un hombre con espíritu libre que surca los mares y vive aventuras, todo ello con dosis de exotismo, islas misteriosas y amores intensos. Este arquetipo basado en la ficción ha creado una imagen simpática de este personaje, hasta el punto de que el disfraz de pirata y toda la estética que le rodea ( por ejemplo, la bandera negra con una calavera y dos espadas cruzadas ) resultan atractivas y simbolizan la transgresión y la rebeldía.
La realidad es bastante diferente. De entrada, el pirata es un delincuente, alguien que forma parte de una tripulación cuyo objetivo es robar las pertenencias de otros navíos ( capturar un botín ). Además de atacar, robar y saquear otros barcos, los piratas capturaban esclavos para luego comerciar con ellos o para pedir un rescate y esto es, precisamente, lo que le sucedió a Miguel de Cervantes, el célebre autor del Quijote, que fue capturado por piratas turcos y prisionero de ellos durante 5 años. Esta era, básicamente, su actividad. Sin embargo, había algunas variantes y peculiaridades. Una de ellas era lo que sucedía con los corsarios ( una modalidad de piratas ), quienes recibían una autorización de un estado, llamada patente de corso, para apresar y quedarse el botín de otros navíos de naciones enemigas. Hubo también otras denominaciones, concretamente filibusteros y bucaneros, que así se les llamó a los piratas que operaban en las islas del Mar Caribe en los siglos XVl y XVll.
Los piratas han existido desde los comienzos de la navegación, porque la idea de robo se puede aplicar a cualquier circunstancia y el mar no está exento de este peligro. También hoy en día hay este tipo de delincuentes y operan singularmente en el Océano Índico, siendo su actividad principal el secuestro.
La palabra pirata ha evolucionado. De hecho, si escuchamos el término piratería no se aplica a ningún ataque en el mar, sino que muy probablemente se refiere a algo distinto, la copia ilegal de productos.