Definición de Pescripción Jurídica

En el ámbito jurídico aparece una noción que es compleja y por eso debe ser comprendida correctamente para no utilizar el término de modo inapropiado. Estamos hablando de la prescripción jurídica, un término que se usa para diferentes situaciones y que significa que algo vence o pierde vigencia. A partir de esta idea pueden suscitarse diversas circunstancias a las que se puede aplicar y así es central entender su significado.

La pérdida de validez de determinados hechos: el paso del tiempo como un juego peligroso

La primera acepción que existe respecto a la idea de prescripción jurídica es la más conocida. Esta es que representa la noción de que un hecho, sea delito o no, prescribe o pierde valor luego de determinado tiempo. Esta conceptualización jurídica se relaciona básicamente con el hecho de que un evento no puede seguir siendo juzgado eternamente sino que al pasado determinada cantidad de tiempo desde cometido, si no se ha podido comprobar, encontrar a los responsables, etc., el sistema jurídico lo da por terminado.

Esto es especialmente conflictivo para todo lo que refiere a delitos mayores como homicidios, muertes o accidentes, ya que los familiares y conocidos de quien haya muerto pueden quedarse sin acceso a la justicia si no se logra en tiempo y forma encontrar y condenar a los culpables. Al mismo tiempo, la lentitud que muchos sistemas judiciales presentan respecto de los trámites a hacer, de los diferentes pasos, de las posibilidades de amparo y de diferentes instancias que detienen el proceso contribuyen a que pase el tiempo y el hecho quede riesgosamente cerca de no poder ser juzgado correctamente.

El paso del tiempo como una muestra a favor de los más indefensos

Hay otra acepción del término prescripción jurídica que es aquella que tiene un sentido más positivo, ya que busca defender el derecho a la propiedad de una persona que ha poseído esa propiedad o bien inmueble por mucho tiempo. En este sentido, el paso del tiempo puede beneficiar a quien ha habitado un inmueble por determinada cantidad de años si el dueño no la ha reclamado. Al hacerse presente ese reclamo, la justicia tiene en cuenta que esa propiedad, a pesar de haber sido apropiada u ocupada, se supone que ha sido cuidada por quien efectivamente la usa.

Aquí es que la prescripción gana un poder positivo, ya que beneficia al vulnerable, que puede ser el que no es propietario y que por lo tanto tiene menos recursos para enfrentar la situación de propiedad de un inmueble.


Escrito por Laura Guerrero para la Edición #63 de Enciclopedia Asigna, en 05/2018.

Imagen: Fotolia. Atlantis