En la legislación de cada país se establece la duración de los delitos en función de sus características, agravantes y atenuantes. Así mismo, se indica cuándo un delito prescribe, es decir, en qué momento no se puede juzgar a alguien, ya que el tiempo estipulado para hacerlo ha sido superado.
La prescripción de los delitos provoca que los abogados que defienden a los presuntos delincuentes intenten retrasar el juicio lo máximo posible. Cuanto más lo dilate, más posibilidades hay de que prescriba y, por lo tanto, sus clientes no serán juzgados.
Esta idea de la prescripción se aplica a la mayoría de acciones delictivas y es un figura jurídica que tiene como objetivo garantizar los derechos del presunto delincuente. En otras palabras, se considera que sería injusto sancionar a alguien por una multa de tráfico, por poner un ejemplo concreto, que ocurrió cinco años atrás.
Sin embargo, no todos los delitos prescriben, son aquellos que se consideran imprescriptibles. Se consideran tan graves que sería injusto proteger a quien los ha cometido. De esta manera, por mucho tiempo que transcurra, ciertas acciones delictivas no pueden acogerse a la figura jurídica de la prescripción.
Normalmente se consideran imprescriptibles aquellos delitos de lesa humanidad, lo cual significa que son acciones criminales contra la humanidad ( el genocidio, el asesinato, la violación… ). De manera singular son crímenes realizados contra la población civil. La imprescriptibilidad como figura jurídica se introdujo a partir de 1945, al acabar la ll Guerra Mundial. Los tribunales internacionales que se crearon tras la contienda bélica consideraron que era necesario garantizar que la brutalidad de algunos actos no podían quedar impunes.
A pesar de que hay acciones criminales que no prescriben, un gran número de delitos sí lo hace. Por este motivo, en los medios de comunicación aparecen noticias relacionadas con personajes públicos relevantes que se benefician de la prescripción. Ello origina que la opinión pública presione para que sean más los delitos considerados como imprescriptibles, ya que hay acciones claramente repudiables que no tienen su correspondiente sanción.