Creaciones constantes, imperceptibles y fundamentales de la mente que lo acompañan a uno para permitirle visualizar lo que no tiene enfrente de sus ojos, para imaginar, inventar, crear y reflexionar. Cuando nos comunicamos no siempre somos conscientes del uso permanente que hacemos del pensamiento abstracto. Cuando hablamos de la timidez, la valentía, la generosidad o el amor estamos haciendo un ejercicio de abstracción, ya que cada uno de estos términos es una síntesis de diferentes conductas concretas.
Nuestra capacidad de abstracción es un proceso mental en el cual los casos particulares son agrupados en una idea general. Este proceso se concreta finalmente en palabras abstractas.
El pensamiento lógico matemático
La información que captamos a través de los sentidos llega a nuestro cerebro, donde se procesan los datos y se crean ideas y pensamientos. Una de las formas específicas de pensamiento es el razonamiento lógico matemático. Consiste, en pocas palabras, en ordenar el mundo que nos rodea en categorías racionales y en establecer procedimientos mentales estrictamente lógicos.
El pensamiento lógico matemático lo vamos construyendo a partir de la primera infancia. Una vez que se ha consolidado esta forma de razonamiento ya estamos en disposición de solucionar problemas concretos, planificar acciones, ordenar conceptos o establecer relaciones entre cosas distintas.
Desde la psicología evolutiva se fomentan una serie de aprendizajes y técnicas para que los niños puedan desarrollar un pensamiento lógico matemático maduro. Observar que entre los 0 y 4 años los niños no piensan con patrones lógicos, ya que su principal forma de aprendizaje es la imitación de conductas. Es en la segunda infancia cuando se inician los primeros razonamientos abstractos.
Reflexionando sobre el pensamiento animal
Durante siglos se ha afirmado de manera rotunda que solo el ser humano es racional y que los animales carecían de un razonamiento complejo. Esta idea ya no tiene tanta aceptación, ya que si bien el ser humano es más avanzado desde un punto de vista intelectual, esto no quiere decir que los animales no puedan pensar.
Las capacidades del intelecto humano no son exclusivas del hombre y, de hecho, otras especies tienen altas capacidades. Los pulpos pueden reconocer rostros humanos, las nutrias emplean herramientas y enseñan su manejo a las crías, las manadas de lobos se organizan con criterios jerárquicos para garantizar su seguridad y los delfines identifican mensajes a una gran distancia por su sentido de la ecolocalización. Éstos y otros muchos ejemplos nos recuerdan que los animales tienen formas de pensamiento elaboradas.
Si tomamos como referencia a las abejas, estos animales viven de un modo inteligente y todas las funciones que realizan son comparables a las nuestras. Según algunas investigaciones el cerebro de las abejas crea mapas mentales de una zona y es capaz de elaborar estrategias muy eficaces, tanto individual como colectivamente.
Al igual que los humanos, unas abejas mandan (la reina), otras trabajan (las obreras) y algunas de ellas se interesan por la reproducción (los zánganos machos). Desde un enfoque estrictamente matemático (no olvidemos que la matemática es la abstracción en estado puro), las abejas crean panales de cera con ángulos perfectos para que la producción de miel sea la máxima posible.
Arte: jiris