Se denomina pensamiento al proceso mediante el cual una persona hilvana ideas y las relaciona de modo tal que constituyen un todo con sentido. El pensamiento es una disposición natural del hombre y puede ser emparentado con el concepto de reflexión. Este tipo de actividad se va agudizando con el paso del tiempo, teniendo los niños pequeños un mero reflejo de tal circunstancia. Con la incorporación de nuevas habilidades cognoscitivas, la capacidad de pensar adquiere nuevos visos y posibilidades. Es del todo notorio como con el paso del tiempo el pensamiento se complejiza y evoluciona hasta capacitar al hombre a resolver problemas cada vez más complejos.
Desde algunas perspectivas, el pensamiento puede tomarse como otro modo de referir a la razón. Si bien este tipo de planteo puede matizarse, lo cierto es que guarda una estrecha vinculación. La razón es la capacidad del hombre de ordenar una serie de eventos ideas o circunstancias con un fin deseado a la vista. Esta fue harto valorada desde la antigüedad recibiendo el nombre de “logos” y siendo uno de los basamentos de la filosofía.
Existe toda una tradición proveniente de la Grecia Clásica que se basa en dar cuenta de la razón como una forma primordial de conocimiento, planteo que si bien puede ser cierto, también es preciso matizar y establecer sus alcances. En efecto, en muchas ocasiones se consideró que la razón debía ser considerada el criterio último para establecer un conocimiento fidedigno. La realidad es que esta valoración peca de simplista y han sido muchos los autores que se han encargado de señalarlo.
Así, por ejemplo Kant en su crítica de la razón pura da cuenta de los límites de la razón y de la necesidad de considerar con igual importancia los datos que proveen los sentidos. Solo a partir de la interacción entre sentidos y razón es que se hace posible establecer un camino para dar cuenta de un conocimiento certero.
El pensamiento, no obstante, también puede considerarse como toda actividad mental que establezca relaciones entre conceptos e ideas, independientemente de su pertinencia. Desde esta perspectiva, el pensamiento no tendría necesariamente relación con el descubrimiento de la verdad y tendría solo una relación distante con este tipo de posibilidad.
Más allá de cualquier consideración que se tome al respecto, lo cierto es que el pensamiento es una actividad solo presente en el hombre en la medida en que solo este puede tener un tipo de actividad mental elaborada y con capacidad de tratar conceptos.