- 19/09/1921
- 1943
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- Hacia 1950
- 1959
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- 1986
- 02/05/1997
- 2021 – Post Mortem
Nació en la ciudad brasileña de Recife, perteneciente al estado de Pernambuco, en el seno de una familia modesta y pobre.
Conoció en carne propia el hambre y el descalabro económico que generó el crac de 1929.
Estudió Derecho en la Universidad de Recife.
Se casó con la maestra de primaria, Elza Maia Costa de Oliveira, con quien tuvo 5 hijos y lo acompañó en toda su carrera profesional.
Fue Director del Departamento de Educación y Cultura del Servicio Social de la Industria.
Integró el Primer Consejo Estatal de Educación de Pernambuco.
Estudió letras y se doctoró en filosofía e historia de la educación con una tesis que abordó la educación de Brasil y en la que anticipó los pilares que sustentaron su método e ideal pedagógico: todo proceso de educación debe contemplar la realidad social que rodea a cada estudiante.
Concibió a la educación como una acción política para liberar a las clases oprimidas; solo la alfabetización, enseñar a leer y escribir, es, brindarles a los más desprotegidos, herramientas valiosas para que puedan presentarle lucha a la vida que les tocó, sin ellas es inviable cualquier progreso.
Su preocupación y ocupación fundamental fue la liberación de las personas pobres, débiles e ignorantes que estaban sujetas a una dominación, símil a la esclavitud, en manos de ricos y poderosos. Consideró que estos grupos dominantes imponían su visión opresiva y les impedían percibir su situación y hasta pensar en que podían tener otra realidad, la aceptaban y ya.
El eje de su práctica pedagógica fue estimular y sostener la conciencia crítica. El objetivo de la educación es elevar esta conciencia en los oprimidos de modo que puedan liberarse de una vida signada por la dominación y darse cuenta de que es posible tener un futuro.
La educación popular necesita de la producción, además de la concientización, decía: «el futuro se crea, no se espera».
Fue un ferviente promotor de lo que llamó la educación dialógica y gran detractor de la educación bancaria o tradicional que concibe a la persona como una tabula rasa a la cual se le deben insertar determinados conocimientos.
Consideró crucial concientizar a esa sociedad oprimida, maltratada y analfabeta para finalmente liberarla del yugo; entendió a la educación como una práctica de la libertad.
Enseñarles a leer y a escribir implicó aportarles algo más que un mecanismo de expresión también supuso concientización, permitirles participar de la historia, ser protagonistas.
Sostuvo que en el vínculo entre opresores y oprimidos, la prescripción actúa como recurso básico y garantido de acción, imponiendo una conciencia a la otra, en este caso, la de los opresores a los oprimidos.
La conciencia de los opresores termina alojándose en la de los oprimidos, desencadenando un efecto alienante, mientras que su comportamiento se vuelve prescrito, basado en condiciones y pautas propuestas por los opresores.
Los opresores, valiéndose de su fuerza y su mejor posicionamiento, trasladan a los oprimidos, un sentimiento de miedo que les impide asumir la libertad y los gana la dominación frente al temor que si se rebelan y optan por luchar pueden sufrir mayores represiones.
Para difundir este ideario, que fue la base de su pedagogía y pensamiento, lo organizó en 4 pasos…
1) Reconocer la situación de oprimido.
2) Conocer que alojan al opresor, porque si no son conscientes, no lo podrán liberar y entonces tenderán a repetir patrones.
3) Despojarse del miedo para alcanzar la libertad.
4) Praxis liberadora social, se produce un compromiso colectivo para transformar la realidad.
Respecto del docente, pensó que debe involucrarse en las problemáticas de su pueblo y de los alumnos; promover el diálogo, la crítica y la reflexión.
No debe ser un mero transmisor de conocimiento sino generar las posibilidades a sus alumnos para su construcción o producción.
Su principal objetivo es que el estudiante se libere de la opresión a través del proceso educativo, esta es la única manera de poder modificar su realidad social.
Estableció una relación de igual a igual entre alumno y docente, es decir, los dos aprenden al mismo tiempo, el uno del otro.
Los animó a impulsar la imaginación, condición clave para poder pensar y diseñar la escuela soñada.
Aplicó el método del diálogo, mientras que en la educación bancaria hay alguien que enseña y otro que aprende, en la pedagogía crítica son los dos los que aprenden a la vez, docente y alumno.
En ese intercambio dialógico aprenden el uno del otro.
En su método prima la influencia de la mayéutica socrática y la dialéctica de Platón.
Fue designado director del Departamento de Extensión Cultural de la Universidad de Recife.
Participó por primera vez en la campaña nacional de alfabetización, siendo su primera incursión en la educación grupal. Consiguió alfabetizar, en un mes y medio, a 300 trabajadores rurales.
Abandonó la docencia tras el golpe militar. Su actividad docente se consideró subversiva.
Se exilió en Chile. Por supuesto, se opuso férreamente a la propuesta conservadora surgida tras el golpe militar.
En el país trasandino participó en diversos proyectos gubernamentales del gobierno de Eduardo Frei (de tendencia demócrata cristiano).
Fue profesor en la Universidad de Harvard.
Escribió su obra más famosa, polémica y cuestionada: Pedagogía del oprimido.
Diseñó los programas de educación del Consejo Mundial de Iglesias en Suiza.
Regresó a Brasil luego de un exilio de 16 años.
Retomó su actividad docente en: la Universidad Estadual de Campinas y el Pontificia Universidade Católica de San Pablo.
Fue Secretario de Educación en la ciudad de San Pablo.
Le entregaron el premio internacional Paz y Educación de la UNESCO.
Recibió el título de doctor honoris causa de más de veinte universidades.
Falleció en la ciudad de San Pablo a los 75 años.
Recibió infinidad de homenajes tras su muerte, tal como el doodle que le dedicó Google en 2021 al cumplirse los 100 años de su nacimiento.