Históricamente entendido como uno de los monumentos más significativos y poderosos de la Antigüedad, el Partenón fue un templo religioso de la Antigua Grecia que se mantiene hasta el día de hoy, aunque con una parte importante de su estructura destruida, en la ciudad de Atenas y recibe miles de turistas que lo visitan día tras día.
La historia detrás de la construcción del templo ateniense
Si tuviéramos la posibilidad de adentrarnos en la historia pasada de Occidente y quisiéramos conocer cómo este templo fabuloso fue construido, deberíamos viajar en el tiempo hasta el siglo V a.C., el siglo clásico de la Antigüedad griega en el cual Atenas se convirtió en la polis más poderosa, rica e influyente. En este período, el gobierno ateniense, en manos de Pericles, decidió llevar a cabo la construcción de un templo en honor a la diosa oficial de Atenas, Atenea, para agradecerle por el triunfo en las Guerras Médicas que enfrentaron a los griegos contra los persas.
Su construcción llevó alrededor de 15 años entre el 447 y el 432 a. C. y se realizó prácticamente en toda su estructura en mármol, razón por la cual mantiene aún en la actualidad su color y no ha ido perdiendo su tono a diferencia de otras construcciones de la región cubiertas en pintura. Se decidió ubicarlo en la acrópolis de Atenas, es decir, en la zona más alta y aquella que podía ser divisada desde cualquier punto de la antigua polis.
La estructura y el estilo artístico del Partenón
Este templo griego ha sido tomado como un canon del estilo arquitectónico clásico de la Antigüedad, lo cual significa que en toda la historia del arte, el Partenón se convertiría en una referencia clara y permanente del modelo de elegancia, estructura clásica, simetría y prolijidad.
La estructura del Partenón es la de una base rectangular sobre la que se ha colocado 17 columnas a lo largo y 8 a lo ancho. Estas columnas se repiten de ambos lados y dentro de ellas se ubicaba en la Antigüedad el altar dedicado a la diosa Atenea, a quien además se le había construido una imagen escultórica de enorme altura (que ha desaparecido, pero que es considerada una de las maravillas del ser humano de la Antigüedad). El techo era una cobertura triangular y externamente, el Partenón contaba con un sinfín de frisos y decoraciones en lo alto de su fachada que representan historias y personajes míticos, así como triunfos y glorias atenienses.